El quilombo del Papu Gómez no se despeja a un mes de su aterrizaje en Nervión

El Sevilla FC paralizó el mercado invernal con el fichaje del Papu Gómez. No era para menos. Llegaba al campeonato español uno de los futbolistas más talentosos del panorama europeo y, en clave sevillista, una solución idónea para paliar la marcha de Éver Banega. Sin embargo, un mes después, aproximadamente (su fichaje fue anunciado el 26 de enero), de su llegada, no está cumpliendo las expectativas.

Afirman los profesionales de los despachos futbolísticos que no hay buenos ni malos fichajes, sino buenos o malos rendimientos. En este caso, hasta el momento, podría decirse lo mismo. La categoría del argentino está fuera de toda duda, pero por ahora, no se ha amoldado al Sevilla FC.

Señalaba Lopetegui en los primeros partidos del Papu que lo importante no era dónde fuera a jugar, sino lo que puede dar el ex del Atalanta y lo que se le pediría. Sin embargo, según lo visto en sus últimos años, lo que puede dar va en consonancia con su situación en el campo. El Papu necesita el balón y como extremo izquierdo, posición en la que ha sido utilizado hasta la fecha, a raíz de la lesión de Ocampos, perjudica a su juego ya que se trata de un jugador muy intervencionista.

Anunciado el 26 de enero y presentado dos días después, no debutó ante el Eibar (30), pero desde entonces, ha participado en todos los encuentros, siete: cuatro en Liga, dos de Copa del Rey y uno de Champions, no terminando ninguno de los seis que empezó de inicio. Contabiliza 352’ y suma un gol. En el último encuentro ante el FC Barcelona, incluso, fue relevado en el descanso.

Salvo momentos puntuales, como en el segundo tiempo ante el Borussia Dortmund, cuando Lopetegui pasó a un 1-3-4-2-1, actuando el argentino durante minutos en la media punta, el Papu ha sido alineado como extremo izquierdo. Bien es cierto, reconocido por futbolistas como Suso en entrevistas, que cuesta adaptarse al sistema sevillista, Julen y Papu aún tienen que entenderse desde un punto de vista táctico.

Por sus características, si el técnico sevillista no varía su 1-4-3-3, opción poco probable, el ex del Atalanta encajaría más ocupando el lugar de Rakitic, uno de los pesos pesados, un quilombo muy interesante desde el punto de vista táctico el que tiene entre manos el de Asteasu.

Sigue dejando huella en Bérgamo

Por otro lado, el Papu Gómez no se olvida de Bérgamo. Han sido sus mejores años como profesional y lleva en el corazón a la ciudad lombarda, unos vínculos sentimentales a los que hay unir ahora unos profesionales. El propio jugador reveló a través de sus RR.SS. la pronta apertura de un restaurante argentino que llevará el nombre de ‘Boedo’, que lucirá una gran fotografía de Diego Armando Maradona levantando la Copa del Mundo.