Consiguió la victoria el
Sevilla FC de Julen
Lopetegui en el tiempo añadido, gracias a un tanto de En-Nesyri después de ver como
Osasuna había empatado el partido con los goles de Aridane y Roberto Torres de penalti. El cuadro de Lopetegui, que se marchó 2-0 al descanso, no supo gestionar esa ventaja y tuvo que esperar hasta el tiempo añadido (90+3') para certificar la victoria con el tanto del jugador marroquí.
Aquello desató el éxtasis en la grada y en el terreno de juego. Equipo y afición se fundieron en un abrazo de gol que, sin saberlo en ese momento, sería el último durante mucho tiempo. Parece que fue ayer, pero ya hace un año de ese Sevilla FC-Osasuna que los blanquirrojos ganaron por 3-2 con el respaldo de los suyos en la grada. Luego vino el coronavirus, llegó una pandemia y con ello el confinamiento. La competición se paralizaría semanas después y el fútbol volvería al Sánchez-Pizjuán con una nueva normalidad en la que lo es todo menos normal.
El fútbol, sin su gente, no se entiende. El compañero de asiento, los cánticos, el runrún de cuando no se juega bien. Aún no se sabe ni cómo ni cuándo, pero volverá...
La vida es un instante, titulaba ED la crónica de aquel partido sin imaginarse lo que estaba por llegar. ¿Ironías del destino? Mientras,