Dice
Monchi, director deportivo del
Sevilla FC, que le
"ilusiona más hacer feliz a la afición del Sevilla que los ingresos de la Champions". La rotundidad de la afirmación asustaría a más de un erudito del fútbol, especialmente si no conoce personalmente al de San Fernando.
La película, en cambio, mutaría si supiera que
Monchi es "más sevillista que director deportivo". Ventaja o inconveniente, ni él mismo lo tiene claro, lo que sí apunta es que los que mueve el fútbol "es la pasión". Y precisamente eso, pasión, es lo que le está poniendo el plantel sevillista, con Julen Lopetegui al frente del equipo, en este tramo final de la temporada.
Habiendo hecho los deberes hasta la fecha, el
Sevilla FC mantiene el pulso a los tres grandes y agazapado en esa cuarta posición de la tabla que casi matemáticamente le asegura ya la Champions se prepara para seguir soñando. La primera parada de las seis que restan será este domingo, frente al Granada en el
Sánchez-Pizjuán.
Especialmente ahora, después de que el Betis de Manuel Pellegrini le haya echado una manita, consiguiendo un meritorio empate ante el Real Madrid en el Alfredo di Stéfano que coloca a los blancos actualmente a cuatro puntos de distancia. Un pinchazo que, de hacer lo propio el Sevilla FC este domingo frente al Granada calentaría aún más la lucha por LaLiga, quedando el Real Madrid tan solo a uno de distancia. Justo la misma diferencia que goza hoy el Barça, que juega mañana y que de ganar igualaría con los blancos.
Sumar los tres puntos ante un Granada que ya se ha olvidado del sueño europeo se antojan clave de cara al doble enfrentamiento entre los cuatro primeros clasificados que llegará una jornada después.