El Sevilla FC era el premio gordo de la Copa del Rey. Lo querían todos los equipos amateur presentes en el bombo, pero el que se lo llevó fue otro histórico, un Córdoba que hace apenas sólo seis años se cruzaba con los de Nervión en Primera, pero que a día de hoy está en la cuarta categoría del fútbol español.
Tras la alegría inicial, al actual líder del Grupo IV de Segunda RFEF le ha tocado frenar la euforia para centrarse en una Liga donde sacan siete puntos a su máximo perseguidor y con un partido menos disputado.
Su entrenador, Germán Crespo, advertía que todos han asumido cuál es el verdadero premio. "Lo tenemos claro y lo hemos comentado esta mañana. Sabemos que donde nos va la vida es en la Liga y es la apuesta grande que tenemos que hacer", afirmaba el técnico cordobesista, quien esperaba al menos "disfrutar" del duelo "para que lo haga nuestra afición y así lo haremos nosotros dentro del campo".
"El Sevilla FC era uno de los equipos que deseaba todo el mundo, la afición, la prensa, los jugadores y el cuerpo técnico y creo que es el premio justo al esfuerzo que ha hecho el equipo durante la competición de la Copa RFEF (...) nos alegramos de que hayamos tenido la suerte de tener este enfrentamiento en el derbi andaluz", afirmaba, no obstante, Crespo, que advertía: "Todavía queda lejos".
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