Sergio Rico pone fecha a su salida, habla de Messi, Ramos y recuerda dos paradas con el Sevilla

Sergio Rico pone fecha a su salida, habla de Messi, Ramos y recuerda dos paradas con el Sevilla
- Antonio J. Medina
Antonio José MedinaAntonio José Medina 6 min lectura
Siempre se ha dicho que Sergio Rico tiene una flor que le ha hecho sobresalir cuando parecía imposible. Ocurrió en el Sevilla, cuando se quedó in extremis para ser el tercer portero y acabó quedándose el puesto de titular por dos lesiones; también en su primer año en el PSG, donde las lesiones de Keylor Navas le permitieron jugar toda una semifinal de la Champions; e incluso ahora, con el propio Navas y Donnarumma por delante, el pasado sábado se dio la circunstancia apropiada para poder jugar ante el Nantes por una lesión del costarricense... Y hay porteros que se pasan toda una temporada en el banco sin tener ni un minuto.

Pero después hay que responder y, pese a las críticas que en gran parte de su carrera ha recibido, sigue estando en un club Top, en el más rico del mundo y se entrena todos los días junto al mejor portero del Mundial de Brasil y al que lideró a Italia en la última Eurocopa. El meta sevillano, en una entrevista con el Mundo Deportivo habla, entre otras cosas, de cómo se vive a la 'sombra' de estos dos colosos, de la exigencia del PSG, de su futuro y de un Sevilla FC que siempre está en su recuerdo.

"Mi situación no cómoda ni agradable. Pero a veces ocurren estas cosas y hay que afrontarlas de cara, sin bajar los brazos. Tener que competir con Keylor Navas o Donnarumma no es fácil, pero sé que con trabajo y paciencia llegará mi oportunidad. En el PSG o en otro equipo", admitía Sergio Rico, que sigue dándolo todo como si fuera titular cuando sabe que es la tercera opción. "No entiendo mi trabajo de otra manera. Hay que ser profesional y estar preparado para responder a una oportunidad como la del pasado sábado -ante el Nantes-. Y quiero estar bien por si sale alguna alternativa en el mercado de invierno o más tarde en verano", significaba.

En este sentido, admitía que ya intentó salir tras la llegada del internacional italiano y que espera tranquilo al mercado invernal por si sale algo. "Ya intenté salir en verano, pero no pudo ser. Hay que llegar a un entendimiento con el PSG. De momento no tengo ninguna oferta. Aún es temprano y hacerlo ahora a mitad de temporada parece complicado porque las plantillas acostumbran a estar cerradas", admitía el sevillano.

Rico es el mejor ejemplo de portero humilde que ve desde dentro a un equipo en el que casi todo son estrellas, en especial tras la llegada de Messi y Ramos. "El PSG parece un equipo de PlayStation. A veces parece de ciencia ficción. Es una suerte compartir vestuario con estos grandes futbolistas. Disfruto mucho en ese sentido. Cualquier portero querría estar en esta situación aunque fuera unas semanas (enfrentarse al tridente Neymar-Messi-Mbappé). A pesar de que se hable de ellos como estrellas, al final solo son personas, buenas y más cercanas de lo que aparentan desde fuera. Ellos mismos hacen que entrenar a su lado sea natural", afirmaba. Y, en este sentido, se refería a la situación personal de su paisano, Sergio Ramos, sobre el que han circulado muchas dudas. "Un jugador lesionado no puede ser feliz. Sergio es un profesional como la copa de un pino y por fin se ha recuperado. No se le puede reprochar nada. Si le hubieran visto entrenar, no habría tantos rumores. Ha estado de 10. Creo que tiene cuerda para rato, se machaca en los entrenamientos y va a recuperar el nivel del Real Madrid", indicaba.

Lo mejor de todo, tal vez sea tener esta vez a Messi como compañero. "Ya me tocó sufrirlo como rival. Y el Sevilla siempre se le dio especialmente bien. Mejor tenerlo como amigo, sin duda". Aunque su llegada también acarrea más presión que nunca: "Con el equipo que hay y la inversión que ha hecho el club durante todos estos años, la mentalidad debe ser la de ganar siempre. Aunque se pueda perder, en el vestuario solo se intenta conjugar el verbo ganar".

El guardameta hispalense recordaba, así mismo, que su "afición por los guantes viene de familia" y que fue portero desde pequeño por "imitar los pasos" de su hermano. Y atesora como mejor recuerdo dos paradas con el Sevilla. "Recuerdo una en el estadio de la Juventus. Un remate al segundo palo, que me obligó a hacer una estirada larga. Y otra en el Sánchez Pizjuán a Gayà, en un disparo a bocajarro", destacaba y avisaba: "Una buena parada tiene para un portero esa dosis de adrenalina parecida a la que supone marcar para un futbolista de campo".
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