Carlos Alcaraz está empeñado en seguir derribando registros en el mundo del tenis. Este miércoles en los cuartos de final de Wimbledon 2023 no dio ni la más mínima oportunidad a su rival y amigo Holger Rune. Tras 2 horas y 23 minutos, el español se alzó con el triunfo en un partido en el que el danés solo pudo plantarle cara en el primer set. En los siguientes fue a remolque y no pudo sostener su servicio cuando la concentración no era la mejor. Carlos Alcaraz ha vuelto a demostrar porque es el número 1 del ranking ATP y a pesar de ser candidato a todo en este torneo, no deja de lado su humildad. El cambio generacional en el tenis está llegando y eso lo demuestra en que los 2 contendientes que hoy se enfrentaban tenían apenas 20 años.
Para todos es sorpresivo el nivel que está ofreciendo Alcaraz en hierba y es que ya lo demostró en Queens donde se alzó con el título y en Wimbledon lo está confirmando conforme van avanzando los partidos. El propio tenista se mostró sorprendido por su tenis: "Es un sueño, siempre lo ha sido hacer un buen resultado aquí. Es un torneo tan bonito, es un sueño jugar unas semifinales aquí. He jugado a un gran nivel, no esperaba estar a un nivel tan alto en esta superficie. Es una locura".
Las ganas de Alcaraz de seguir creciendo en el tenis y de hacer disfrutar a aquellos que le ven jugar es palpable en sus formas dentro de la pista. No escatima en dejadas, globos o derechas espectaculares. Además su humildad es algo que ha conquistado al mundo del tenis desde que saltó a la palestra. Alcaraz habló con claridad de sus nervios: "Estaba muy nervioso al jugar unos cuartos de final en Wimbledon. Jugar contra Rune, de mi edad, es difícil. Lo he dicho muchas veces, cuando saltas a la cancha no hay amigos. Tienes que estar concentrado y lo he hecho", estos nervios se vieron especialmente durante el primer set. Al término de este y tras vencer en la muerte súbita, el murciano soltó un grito de rabia y de liberación al mismo tiempo.
El próximo viernes 14 de julio de 2023 se enfrentará (horario por definir) al ruso Medvedev, número 3 del mundo en busca de una plaza para la final del domingo. Wimbledon ya lo espera y hoy, a pesar de que desde la grada pedían más tenis en forma de un cuarto e incluso un quinto set, le ha demostrado que puede convertirse en un ídolo dentro de las pistas del All England Club.