España se mete en un jaleo en la BJKC

El debut de España en la final a 8 de la Billie Jean King Cup no podía haber sido peor. La misión que tenía ante sí Jessica Bouzas era muy complicada, pues Marta Kostyuk es una de esas jugadoras de segunda fila que pueden ganarle a cualquiera y como tal tenía el favoritismo. Además de que el peso de abrir la serie, sumado a que tras ella jugará Paula Badosa después de tres meses sin pisar una pista, la obligaban a ganar si quería dejarle el camino expedito a la de Begur. A su favor estaba el venir en gran momento, sin embargo, la realidad tenía otros planes.

Bouzas sabía lo que se jugaba y por eso mismo salió desde el primer punto a ganar. El problema es que su rival también se la estaba jugando, aunque fue la de Pontevedra quien pegó inicialmente con un 'break' a las primeras de cambio. No obstante, duró muy poco la alegría, pues no fue capaz de confirmado. De hecho, perdió dos de sus saques de forma consecutiva, al punto de que tuvo que tirar de épica para evitar perder el set con otro quiebre, lo que le llevó a jugárselo todo en el 'tiebreak'. En él no le dio la gasolina y a la subida de nivel de su rival le acompañó una serie de errores no forzados que no le permitieron luchar.

Una misión imposible

El golpe de perder el set obligaba a Bouzas a ir a por todas ya desde el primer juego, y se lo tomó en serio. Entró a la manga con todo, tanto que muy pronto estaba por delante tras romper el saque de la ucraniana. No obstante, fue un espejismo. Los cuatro siguientes juegos llevaron la firma de una Kostyuk que alcanzó un nivel muy alto, el mismo que era incapaz de igualar su rival. Tan solo ganó un juego más Bouzas, pues por la vía rápida y con un 6-2 el partido estaba finiquitado.

Más allá de una victoria muy solvente, lo que ha hecho Kostyuk es poner en una posición muy buena a Elina Svitolina, pues se va a enfrentar a una Badosa que no juega desde Wimbledon. Si la de Begur no está a un nivel muy alto y puede pelear con la veterana, España estará fuera de esta Billie Jean King Cup por la vía rápida. El más difícil todavía para las de Carla Suárez, que sueñan con tener que jugar el dobles.