Sánchez Flores parte con una ligera ventaja en el 'duelo de quiques' de hoy contra
Setién. El técnico del
Espanyol ha mejorado el juego de su equipo en las últimas semanas y todo apunta a que, en el
Benito Villamarín, va a reciclar el plan que ensayó con un excelente resultado hace siete días ante la
Real Sociedad, un equipo con un estilo muy similar al que pone en práctica el
Betis y al que logró desactivar.
Los donostiarras, como los de
Setién, buscan salir con la pelota controlada desde muy atrás, ensanchando campo con los laterales muy abiertos y con un medio (
Fabián o
Guardado) bajando a recibir de los centrales. A partir de ahí, mueve la pelota con la idea de someter al rival haciéndole retroceder y obligándole a jugar muy replegado, dejándole lejos del área en caso de recuperar.
Por eso, ante la Real, el
Espanyol propuso un partido incómodo, con una presión muy alta obligando a los medios a jugar de espaldas y cerrando huecos para forzar a que saliesen jugando los centrales, a priori menos precisos en el pase. Si el rival, al verse cercado, opta por saltar la línea, tiene a la 'Roca',
Carlos Sánchez, para repeler.
Es decir, cierra por dentro y ataca por fuera, con laterales rápidos y profundos, un extremo vertical en una banda (
Piatti) y un mediocentro creativo como falso interior (
Granero o
Jurado) para ayudar a
Darder y asociarse en estático. La alternativa siempre es el juego directo, con Gerard como pivote, para bajarla o prolongar, y la movilidad de
Baptistao.