El banquillo bético es una barbacana

El banquillo bético es una barbacana
UESyndication - Aitor Torvisco
Aitor TorviscoAitor Torvisco 6 min lectura
En la Edad Media, los castillos solían estar acompañados por pequeñas fortalezas defensivas rodeadas de murallas, con altas torres para avistar el enemigo y con unas grandes estancias que servían para almacenar la pólvora y las armas de guerra. Éstas recibían el nombre de barbacana, una palabra que bien podría servir hoy como un metafórico apodo para el banquillo del Real Betis.

No en vano, no hay suplentes con más pólvora que aquellos que se sientan junto a Quique Setién y Éder Sarabia. El cuadro verdiblanco ha tardado en hacer su primer gol en esta 2018/2019. Se quedó sin mojar en el debut ante el Levante y en la posterior visita al Alavés, hasta que en el derbi rompió la sequía con un gol, como no podía ser de otra forma, de un jugador que había comenzado como suplente.

En este caso fue el capitán, un Joaquín Sánchez que se había perdido las dos primeras citas por lesión y que cazó un buen centro desde la derecha que puso Mandi para batir al sevillista Vaclik con un cabezazo que, a la postre, supuso la victoria de su equipo en el derbi (1-0).

Setién se abrazaba al extremo portuense y celebraba algo que se ha convertido en habitual en su etapa heliopolitana. Y es que ya la temporada pasada fueron 12 los goles de jugadores que salieron desde el banquillo; cifras que ningún otro club español pudo igualar y que fue el récord de LaLiga 2017/2018. A niveles históricos, también supuso una nueva marca en los anales béticos, aunque en este caso es compartida con la plantilla de la temporada 1996/1997.

Uno de cada cinco goles
Ahora mismo, la producción del banquillo del Betis es del cien por cien del total; pero aunque esta estadística es perecedera, a buen seguro Setién y la gran mayoría de los aficionados se conformarían con que los suplentes repitiesen esta temporada el mismo índice realizador que tuvieron la pasada campaña, cuando se adjudicaron uno de cada cinco goles a favor. En concreto, los revulsivos celebraron 12 de los 56 tantos del equipo; es decir, un 21,4 del total.

La plantilla más coral
Más allá de que haya tardado un total de 260 minutos en estrenar su casillero liguero este curso, este Betis tiene gol. Mucho gol. Y en todas las demarcaciones. De ahí que el cuerpo técnico y la directiva no se fijasen como meta fichar a un delantero este año a pesar de las salidas de Álex Alegría, cedido al Rayo Vallecano, y de Rubén Castro, que rescindió su último año de contrato para volver a la UD Las Palmas, donde no ha podido empezar con mejor pie: lleva cinco goles en las cuatro primeras jornadas.

“Respeto en lo que cada uno se gasta el dinero. Pero para qué vas a gastar dinero en fichar a un atacante cuando nosotros jugamos con sólo un delantero y tenemos ya a Sergio León, a Sanabria y a Loren. ¿Tenemos la opción de comprar un delantero que marque 25 goles él solo? Yo creo que no. Pero tengo tres delanteros motivados, con características diferentes que nos pueden dar cosas diferentes según el rival”, explicó el pasado martes Setién en una entrevista en Canal Sur.

Y no le faltaba ni pizca de razón al santanderino, pues esta tripleta de artilleros celebró en la 17/18 la nada despreciable cifra de 46 goles: 25 de Loren (18 con el filial y siete con el primer equipo), 13 de Sergio y ocho de Tonny.

No obstante, además, el equipo ha vuelto a demostrar este verano que no depende del acierto exclusivo de uno o dos jugadores. Que si los puntas no marcan, lo hace cualquier otro compañero. De hecho, los 24 tantos a favor que ha anotado en la pasada pretemporada se los han repartido la friolera de 12 compañeros distintos: con seis de Loren, máximo goleador estival de los verdiblancos; cinco de Ryad Boudebouz, cuatro de Sergio Canales y uno de Camarasa, de Tello, de Narváez, de Joaquín, de Álex Alegría, de Sergio León, de Sanabria y de Brasanac, además de un autogol de un rival. No es algo excepcional y tampoco parece un éxito casual, sino que podría decirse que es otro sello más del ofensivo estilo de juego que ha implantado Setién. El equipo ataca con muchos hombres y eso se nota en las estadísticas. Así, cabe recordar que la 2017/2018 fue su campaña más coral.

Alejado de cualquier tipo de dependencias. El técnico cántabro consiguió que la fuerza de este plantel -el cuarto más realizador de LaLiga- residiese en el grupo y el vestuario lo demostró siendo el que más repartió sus 60 tantos. En concreto, con 18 firmas diferentes.
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