Lo más justo sería alabar el gran partido de los cinco defensas verdiblancos. Ahí estuvo probablemente la clave. Pero el protagonismo individual, dentro del buen partido colectivo del Betis, recae una vez más en Sergio Canales, cuyo espectacular momento de forma debe ser premiado sí o sí por Luis Enrique.
En un encuentro tan cerrado, mucho más de pizarras que de riesgos y libertad, el cántabro se vio aislado en la línea de tres cuartos tras el muro que levantó el centro del campo del Atlético. Por ello, bajaba a recibir y rompía líneas con su conducción para dar salida a su equipo, algo que hizo en contadas ocasiones en el primer acto.
Mayor fue su relevancia, sin embargo, tras el paso por vestuarios, liderando las acometidas verdiblancas en esos minutos en los que el Betis se soltó y consiguió su premio, cómo no, gracias al acierto del santanderino, que no falló desde los once metros para firmar su octavo tanto de la campaña. Luego, a defender como el resto y a esconder el balón.