No supo plantear el Betis el partido de inicio, viéndose superado por el Rennes, que literalmente le pasó por encima durante los primeros instantes de juego, imponiendo su físico. Tanto, que a los diez minutos de partido ya perdían los de Quique Setién por 2-0 en el marcador. Rondaría el minuto 20 de partido, aproximadamente, cuando los de Heliópolis comenzaron a asentarse sobre el verde, haciéndose con el dominio de la pelota poco a poco y estando obligados a darle la vuelta al marcador.
En el 26', la lesión de Junior, que se vio obligado a abandonar el terreno de juego en camilla, provocaría la entrada en el césped de Lainez, desplazando a su compatriota Andrés Guardado hacia el carril zurdo. Y con el mexicano sobre el campo llegaron los mejores minutos de fútbol verdiblanco. Con el ex del América, los de Quique Setién combinaron mejor y más rápido, juntándose por el centro y llegando la conexión con Lo Celso, como en una pared que finalizó el joven azteca sin demasiada fortuna. Fue Lo Celso, precisamente, quien acortó distancias (con algo de fortuna) a la media hora.
El Betis iba a más y buscaba el empate cuando, sin embargo, le caería el tercero. De penalti dudoso (por no decir injusto) de Guardado sobre Sarr. Ben Arfa, justo antes del descanso, lo subió al marcador. Ya en la segunda mitad, Sidnei firmaría el segundo, con el Betis mucho más cómodo sobre el césped, circulando la pelota con mayor comodidad y buscando un empate que llegó 'in extremis', por medio de Lainez en el 90', ya con Jesé de 'falso 9' y habiendo ocupado Barragán el sitio de Joaquín. Un Betis que, a los puntos, fue superior, pero que lo lastró el mal inicio.
Alejandro Sáez2 min lectura