El
Betis, a lo largo de esta temporada, ha tocado el cielo con victorias contra el
Barcelona, el
Milan, el
Atlético de Madrid, el
Sevilla... y también ha descendido a los infiernos con derrotas que le sacaron los colores como ante el
Huesca, contra la peor versión del
Villarreal o la del pasado domingo en
Leganés. Todo ello, con un entrenador que nunca había preparado una campaña con tres competiciones y con una plantilla corta que, además, ha sufrido lesiones de hombres importantes y un rendimiento por debajo de lo esperado de algunos refuerzos estivales.
Algunos aficionados se quedan sólo con los mejores días y con un estilo de juego elogiado en medio planeta; para otros, lo que prima son los días de bochorno y la tozudez del técnico a la hora de desdeñar manejar un plan B. Sin embargo, las estadísticas y la historia dan más la razón a los primeros; ya que, con sus cosas buenas y sus cosas malas, este
Betis de
Quique Setién es el más polifacético de toda su historia.
Está luchando por repetir en competiciones continentales la próxima temporada por la vía de
LaLiga, donde va séptimo; por la vía de la
Copa del Rey, ya que viajará el día 28 de febrero a
Valencia a buscar el pase a la final (con un 2-2 de la ida) y también vía
Europa League, donde el 3-3 en
Rennes le da muchas opciones de sellar el billete a octavos el próximo jueves ante su público.
Éste es el mejor
Betis en tres competiciones porque, para empezar, hacía 41 años que no estaba vivo en estos tres frentes a finales del mes de febrero. La última vez fue en la 77/78, con
Rafa Iriondo a los mandos. Ese curso llegó a cuartos de final de la
Recopa -techo continental de la entidad heliopolitana- y a los cuartos también en la
Copa; pero pagó el esfuerzo en el torneo doméstico, ya que acabó en la decimosexta posición (de 18) y le costó perder la categoría.
Y no fue algo casual. De hecho, lo más habitual en las diez temporadas anteriores a ésta en las que el
Betis participó en tres competiciones ha sido que el equipo se resintiese en Liga. Así, en la 64/65 fue decimosegundo en una Liga de 16 y no descendió de milagro, a pesar de que no pasó de dieciseisavos en la Copa de Ferias ni en la
Copa del Generalísimo.
En la 82/83 sólo pudo acabar en undécima plaza y también fue eliminado a las primeras de cambio en
UEFA y
Copa. En la 84/85 fue decimocuarto, y cayó en la primera ronda de la
UEFA y en cuartos de la
Copa. La 98/99 acabó en una discreta undécima plaza; pero llegó a octavos en los otros dos frentes. El peor
Betis multifuncional fue el de la 13/14, que descendió como colista a falta de un mes, cayó en octavos de la
Europa League en los penaltis y tras desperdiciar el 0-2 de la ida ante el
Sevilla y en el torneo del K.O. cayó en octavos.
El mejor papel, hasta ahora, es el octavo puesto de la 95/96, la 97/98 y la 02/03. Precedentes que, sin duda, y al margen de las filias, las fobias y los gustos de cada uno, ponen en valor todo lo realizado por la actual plantilla verdiblanca.