El ‘Maravilloso Mago de Oz’ presenta en su planteamiento a una protagonista que vive una vida gris, anodina y con escasa cabida para los sueños y la ilusión... hasta que sucede algo que pone su mundo patas arriba y le invita a seguir un camino de alegría y fantasía donde se suprimen las penas y pesadillas y se persigue la felicidad, aprendiendo a vivir sabiendo que en cualquier momento le puede volver a abandonar.
El
Betis encontró esa ruta hace casi dos años, con un proyecto comandado por
Serra Ferrer y dirigido por un
Setién que ha sido el guía que ha llevado al club verdiblanco por un camino, en su caso, de baldosas azulgranas. A esa senda se han ido sumando jugadores que necesitaban un impulso para volver a confiar en sus capacidades, casos de los
Bartra, Canales, Lo Celso o Jesé, último en ser seducido.
Enamorado de
Johann Cruyff y garante de su legado, el
Barça es y será la inspiración del técnico cántabro. Por extensión, todo enfrentamiento ante los culés es un motivador incentivo para desplegar la mejor versión de un equipo que en este tiempo se ha caracterizado por ofrecer sus mejores galas en los días en los que menos se espera de él (y por lo contrario, algunas veces).
Las mejores muestras son los asaltos al Santiago Bernabéu, al Ramón Sánchez-Pizjuán, a San Siro y, sobre todo, el inolvidable
3-4 del
11 de noviembre en el
Camp Nou, templo sagrado del ‘Cruyffismo’ que asistió a una auténtica exhibición de buen juego de los béticos; que aceptan el desafío de intentar repetir victoria contra el líder y vivir la primera temporada de su historia en la que le gana los dos partidos al
Barcelona.
Obviamente no será sencillo. Primero, porque los culés son sólidos líderes ligueros, están en la final copera del
25-M y son el único equipo español en cuartos de la Champions.
Además, el tropiezo ayer del
Atlético le da la opción de dejar casi sentenciado el título y saldrán con el once de gala; con
Coutinho por el lesionado
Dembélé y con
Semedo y
Umtiti, que no jugaron ante el
Lyon, como posibles sustitutos de
Sergi Roberto y de
Lenglet.
También pondrá a los once mejores que tiene un
Setién con problemas en las bandas por las bajas de
Barragán, Francis y Junior, el cuchillo con el que el Betis apuñaló al Barça en la primera vuelta.
Joaquín, Tello y Guardado optan a los carriles y, arriba, Jesé parte con ventaja sobre
Loren y Sergio León tras estrenarse en Vigo.
Repetir proeza ante el Barça serviría para recuperar esa confianza que se desinfló súbitamente en una fatídica semana en la que
Rennes y Valencia destrozaron sus ilusiones en
Europa League y Copa del Rey. Ganar sería un espaldarazo al estilo y un empujón amigo para reengancharse con fuerza a la lucha por acabar entre los seis primeros de LaLiga. El Betis (39 puntos) saltará al césped sabiendo lo que han hecho el Valencia (39) y el Sevilla (40), y siendo consciente de que ni pueden alcanzar aún al quinto, el Alavés (44), ni ser superados por el octavo, la Real (36).