Las agujas de los pajares que ardieron

Las agujas de los pajares que ardieron
Rayo Vallecano y Huesca han sido los dos primeros conjuntos en perder la categoría matemáticamente, al tiempo que Celta, Villarreal, Levante, Valladolid y Girona lucharán en las dos jornadas que restan de campeonato por eludir la última plaza maldita. De los que sí hicieron los deberes, cumpliendo más o menos con los objetivos marcados a principios de temporada, un nutrido grupo, especialmente aquéllos cuya economía sigue marcada por la austeridad, se dedican en las últimas semanas a discernir las agujas entre la paja de los graneros que han ardido o arderán; en otras palabras, tratan de discernir qué futbolistas de los descendidos son aprovechables, entendiendo que, en esta tesitura, podrían salir en condiciones más ventajosas.

Pescar en este río revuelto se vuelve cada vez más complicado, tanto por la competencia como por las ayudas que brindan las televisiones a los que bajan, una manera de suavizar el aterrizaje, evitando la caída libre con una dotación económica por los derechos de emisión inferior a la que recibían en Primera división, pero superior a la máxima en la División de Plata, lo que supone una ventaja sobre sus competidores en la 19/20.

Sea como fuere, muchas veces ese respaldo no es suficiente para retener a los mejores jugadores, que en ocasiones presionan para continuar en la elite del fútbol español o bien son vendidos para hacer caja y aumentar el disponible para el rearme de la plantilla en pos de la 'operación retorno'. Un factor que hay que tener muy en cuenta a la hora de negociar, en cualquier caso.

En el Rayo Vallecano, un nombre que lleva muchos meses subrayado es el de Álex Moreno, según 'Muchodeporte' muy avanzado por los verdiblancos, aunque desde su entorno aclaran a este diario que, salvo que haya habido avances significativos entre clubes, no se trata, por ahora, más que de un interés que llega, quizás, algo tarde, pues se han sumado equipos españoles -se habla, incluso, del Barcelona, en cuya cantera se formó el de Sant Sadurní de Noya-, ingleses y alemanes a la puja. La cláusula de este veloz carrilero izquierdo de 25 años, que acabó renovando el pasado verano, es de 18 millones de euros, si bien su salida debería producirse por menos de la mitad.

En el Huesca, a la sazón el próximo rival del Betis, gustan sobremanera tres jugadores. Ninguno de ellos seguirá en sus filas, ya que se encuentran cedidos, con lo que esa traba queda eliminada, aunque, llegado el caso, habrá que ponerse de acuerdo con otras entidades. Como ya avanzó ED, el 'Cucho' Hernández (20) representa el perfil de delantero que atrae como inversión de presente y futuro, aunque ha bajado considerablemente su rendimiento en la elite (cuatro goles y tres asistencias en 34 partidos) respecto al ejercicio anterior en Segunda (16 y 6, respectivamente, claves para el ascenso). Además, pertenece al Watford, que rechazó 25 millones de euros hace un año, y ocupa plaza extracomunitaria. Como su compañero 'Chimy' Ávila, una de las revelaciones del presente campeonato.

El atacante argentino (25), igualmente con un gran cambio de ritmo y caída a las bandas, ha hecho diez goles y brindado dos asistencias en su estreno en LaLiga, donde quiere seguir, una idea que satisface a San Lorenzo, su dueño, que pretende sacar tajada por el rosarino. Aquí se reencontraría con su paisano Lo Celso y el conjunto hispalense busca -un indicio de que Setién no seguirá o de que va a cambiar de sistema- esta vez gente con desborde de banda.

Por último, se ha realizado un seguimiento a Moi Gómez, propiedad de un Sporting donde no tiene cabida por unos malentendidos con su directiva y la afición. Extremo felizmente reconvertido a mediocentro que combina trabajo y briega con clarividencia en el pase y peligro en la estrategia (dos tantos y ocho regalados), el valenciano se ha colado por méritos propios en una agenda que también está pendiente de los otros candidatos a caer, especialmente del Girona. Menos opciones tienen de hacerlo Celta y Villarreal, los que más atraen para la 'rapiña'. En Vigo, por ejemplo, la cláusula de un delantero de primer nivel como Maxi Gómez baja de 50 a 25 kilos en caso de descenso, tesitura en la que los castellonenses flexibilizarían previsiblemente sus exigencias por otro que encadila: Gerard Moreno.