La difícil decisión de Álex Moreno

Y a avisaban desde el entorno más directo de Álex Moreno a principios de semana, cuando, tras cerrar el Betis el traspaso de Junior al Barcelona y conseguir una importante liquidez (que luego ha aumentado la cesión remunerada de Lo Celso al Tottenham), en la planta noble del Benito Villamarín anunciaban una ofensiva para cerrar las contrataciones del lateral zurdo y de Borja Iglesias: o se dan prisa o pueden llegar ya tarde.
El de San Sadurní de Noya lleva varias semanas esperando a los verdiblancos, con los que cerró un preacuerdo por cinco temporadas que fue recientemente renovado, tras caducar sin novedades. Entonces, la cerrazón del Rayo Vallecano, que no bajaba sus pretensiones de los diez millones de euros (tras empezar pidiendo la cláusula, 18, y reubicar el listón en los 12), frustó el fichaje, decantándose por Pedraza hasta que Firpo cambiara definitivamente de aires.
Ocurre que Álex Moreno se encuentra en una tesitura complicada. Ha ejercido la presión que le demandaban desde la Avenida de La Palmera, manifestando públicamente que había llegado el momento de abandonar el club franjirrojo y dejando claro en privado que no jugaría en Segunda.
A renglón seguido, instó a Raúl Martín Presa a negociar con el Betis, si bien tanto apretar resultó contraproducente. Además, el aterrizaje de Pedraza fue un jarro de agua fría para el catalán, que considera buena y necesaria la competencia, pero que quizás esperaba más paciencia o insistencia con quien había cumplido su parte.
Le insistieron, a través de los intermediarios autorizados de la operación, en que no le iban a dejar tirados, que Junior saldría y no iban a aceptar en el trato a Miranda. Rubi había pedido a Álex y, en cuanto hubiera dinero en caja, se retomarían los contactos con el Rayo, como así ha sucedido.
De hecho, fuentes directas de las gestiones hablan de un acercamiento decisivo sobre la base de los siete millones de euros fijos (abonados en varios plazos) y unos 2-3 en variables para acercarse a las exigencias de un club madrileño que tiene dudas, pues el Valencia también oposita a su futbolista, ofreciendo algo menos de dinero, pero futbolistas que cuadran mucho a Paco Jémez, como Medrán o Salva Ruiz, éste relevo natural de Álex Moreno. El ex del Mallorca B se lo está pensando: tiene claro que en Mestalla sería suplente de Gayà, como Lato; aquí, competiría de igual a igual con Pedraza. No tiene mucho tiempo para decidir.
El de San Sadurní de Noya lleva varias semanas esperando a los verdiblancos, con los que cerró un preacuerdo por cinco temporadas que fue recientemente renovado, tras caducar sin novedades. Entonces, la cerrazón del Rayo Vallecano, que no bajaba sus pretensiones de los diez millones de euros (tras empezar pidiendo la cláusula, 18, y reubicar el listón en los 12), frustó el fichaje, decantándose por Pedraza hasta que Firpo cambiara definitivamente de aires.
Ocurre que Álex Moreno se encuentra en una tesitura complicada. Ha ejercido la presión que le demandaban desde la Avenida de La Palmera, manifestando públicamente que había llegado el momento de abandonar el club franjirrojo y dejando claro en privado que no jugaría en Segunda.
A renglón seguido, instó a Raúl Martín Presa a negociar con el Betis, si bien tanto apretar resultó contraproducente. Además, el aterrizaje de Pedraza fue un jarro de agua fría para el catalán, que considera buena y necesaria la competencia, pero que quizás esperaba más paciencia o insistencia con quien había cumplido su parte.
Le insistieron, a través de los intermediarios autorizados de la operación, en que no le iban a dejar tirados, que Junior saldría y no iban a aceptar en el trato a Miranda. Rubi había pedido a Álex y, en cuanto hubiera dinero en caja, se retomarían los contactos con el Rayo, como así ha sucedido.
De hecho, fuentes directas de las gestiones hablan de un acercamiento decisivo sobre la base de los siete millones de euros fijos (abonados en varios plazos) y unos 2-3 en variables para acercarse a las exigencias de un club madrileño que tiene dudas, pues el Valencia también oposita a su futbolista, ofreciendo algo menos de dinero, pero futbolistas que cuadran mucho a Paco Jémez, como Medrán o Salva Ruiz, éste relevo natural de Álex Moreno. El ex del Mallorca B se lo está pensando: tiene claro que en Mestalla sería suplente de Gayà, como Lato; aquí, competiría de igual a igual con Pedraza. No tiene mucho tiempo para decidir.