Lo peor del mundo del fútbol es que no tiene memoria. Y lo mejor, también. Si no, que se lo digan al técnico del
Betis, que ha pasado de estar en la cuerda floja y tener que ir al "matadero en cada jornada", según su propia definición, a ser elogiado por haberle dado la vuelta al calcetín y encadenar una buena dinámica de juego y resultados que le hacen poder presumir de tener números de
'equipo de Europa League' en estos momentos.
No en vano, con 19 puntos en estas primeras 15 jornadas,
Joan Francesc Ferrer Sicilia supera en un punto los 18 que tenía a estas alturas de campeonato el
Betis de la 2017/2018, el primer año de
Quique Setién, que acabó
LaLiga en una sexta posición que permitió al beticismo viajar a
Milán (Italia),
Atenas (Grecia),
Dudelange (Luxemburgo) y a
Rennes (Francia) en la 18/19.
Aquella campaña, como ahora, el equipo verdiblanco estaba en una discreta decimosegunda posición; pero la gran mejoría del equipo durante la segunda vuelta (casualmente después de cambiar también a defensa de cinco) hizo posible labrar una espectacular remontada. Aquel conjunto, además, había encajado 29 goles, cuatro más que este
Betis (24); aunque también tenía cuatro goles más (23-19).
Una vez superado al cántabro, el siguiente objetivo de
Rubi es poder mejorar a otro entrenador que también dejó a su equipo en Europa: el propio
Rubi, quien después de 15 citas ligueras tenía al
Espanyol en la décima plaza con 21 puntos, dos más de los que tiene hoy en el
Betis.
Si gana el domingo al
Athletic, el de Vilassar de Mar mejorará sus propios registros con los pericos, que en la fecha 16 de la 18/19 cayeron 1-3 ante el cuadro heliopolitano y, por lo tanto, se quedaron con las 21 unidades que tenían, y con un 'goal-average' casi calcado al actual (18 a favor y 23 en contra).
El equipo de las trece barras está ahora mismo con 19, por lo que un triunfo ante los bilbaínos le pondría con 22.
El mejor rendimiento del
Betis en la primera quincena de un campeonato de
Primera división siguen siendo las 29 unidades que presentaba en la 1996/1997, bajo la dirección de
Lorenzo Serra Ferrer. Esa temporada, el balear fue capaz de dejar al equipo en un meritorio cuarto puesto con 77 puntos, los mismos que tuvo el
Deportivo (tercero), además de ser finalista de
Copa del Rey, donde cayó con el Barça (3-2).