Guido, una situación lógica y sin doble sentido

La de Guido Rodríguez no es una situación extraordinaria. De hecho, su ostracismo actual es hasta lógico. Le pasa a todos los que cambian América por Europa a mitad de una temporada. Diferentes Ligas, diferente estación del año en algunos casos, diferente ritmo siempre. El idioma, por lo general, ayuda a aclimatarse a los recién llegados, pero alcanzar el listón de los que están les resulta harto complicado.

En el caso del pivote argentino, llevaba una quincena inactivo -desde que disputó y perdió con América ante Monterrey la final por el título del Apertura de la Liga MX el 30 de diciembre pasado-, periodo de asueto que aprovechó para casarse y disfrutar de una breve Luna de Miel. Su regreso a la actividad fue duro, con viajes largos de por medio. Con todo, el de Sáenz Peña aterrizó en Sevilla el 13 de enero, fue presentado el 15 a los medios de comunicación y aficionados béticos, estrenándose con los verdiblancos el 19-E en los últimos minutos del encuentro ante la Real Sociedad.

Luego, Guido fue titular el 23 en Copa del Rey ante el Rayo, se quedó en el banquillo en Getafe durante la vuelta al campeonato regular y apenas jugó ocho minutos en Eibar. Bien es cierto que saltó de inicio para disputar 86 minutos contra el Barça y repitió en Butarque, donde se quedó en la caseta al descanso. Ni convocado ante el Mallorca y suplente inédito en Mestalla, reapareció en los compases postreros contra el Real Madrid. En total, 252 minutos de 840 posibles (un 30%).

Como ya se ha explicado, otros compañeros pasaron por la misma tesitura no hace mucho. El paralelismo más directo podría ser con Lainez, también procedente del América mexicano, donde era indiscutible como Guido, y reclutado en las mismas condiciones en enero de 2019. Ocurre que el atacante azteca no ha logrado hacerse con la confianza de Rubi, como tampoco el curso pasado con Quique Setién, si bien ambos le auguraban un futuro prometedor en cuanto se adaptase a las exigencias del fútbol español. Su compatriota e ídolo Andrés Guardado, incluso, le instó a implicarse más en tareas defensivas para hacerse más útil para los entrenadores.

Pero, por ejemplo, Emerson sí ha recorrido el camino lógico de los americanos que llegan con la Liga a medias en Europa. El brasileño, que no llegó al 21% de minutos posibles en la segunda vuelta de la 18/19, es imprescindible este curso, cuando ha firmado 2.145 minutos de los 2.700 a su alcance, pues estuvo suspendido una jornada por acumulación de amonestaciones-: un 80% del total.

Tanto el paulista como el mexicano y el argentino fueron oportunidades de mercado que hubo que atender después de las Navidades para esquivar a la competencia y ahorrarse subastas o renovaciones que habrían encarecido sus precios.