Lainez confiesa la pesadilla que ha vivido

Lainez confiesa la pesadilla que ha vivido
- J. L.
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 3 min lectura
A Diego Lainez apenas le hemos podido ver 64 minutos en lo que llevamos de temporada. El punta mexicano reaparecía en el duelo que el Betis jugó en el Benito Villamarín ante el Bayer Leverkusen y lo hacía de forma espectacular, revolucionando el choque en el arranque de la segunda mitad, en la que los defensas alemanes sólo pudieron pararlo en faltas.

Luego iría diluyéndose poco a poco hasta ser intrascendente en los últimos minutos. Volvería a jugar los últimos 20 minutos ante el Rayo Vallecano, en los que le tocó más defender que atacar, dado que tras el gol de penalti de Willain José, el conjunto de Iraola tomó el mando para tratar de igualar el encuentro.

La afición bética, que tiene predilección por un jugador que enamora por su desparpajo, está ansiosa por volver a ver de forma más regular a un futbolista que fue clave en el resurgir del Betis en la segunda parte de la pasada campaña. Pero Lainez ha dado la clave de por qué su regreso se está produciendo tan despacio. Su lesión se alargó más de la cuenta y le ha costado mucho regresar a la situación actual.

"Fueron dos meses fuera de no hacer lo que más me gusta y fueron larguísimos, los sentí como un año", señalaba el mediapunta mexicano, que se lesionó en la lucha por la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio y lo que parecía un simple esguince de tobillo le tuvo dos meses y medio en el dique seco. "Fue muy difícil, pero lo afronté con calma y paciencia, llevando el proceso como tenía que ser, con mis doctores. Y todo ha sido para bien", afirma Lainez.

Que no era un esguince cualquiera quedó claro cuando nada más acabar el partido se le pudo ver ya con un fuerte vendaje que le cubría media pierna. Las imágenes celebrando la medalla de bronce ayudado por otros miembros de la expedición mexicana fueron unas de las más celebradas de aquel histórico partido ante Japón.

Pero luego esperaba lo peor, recuperarse hasta llegar a contar de nuevo para Pellegrini. Aunque de momento sea poco a poco y con cuentagotas. "Antes de reaparecer me estuve preparando y probando, sigo trabajando para estar a punto y estoy a disposición para lo que me pida el míster. Estoy adaptado, me falta ritmo de competición, pero eso se consigue conforme me den minutos de juego, que me debo ir ganando", diría tras el encuentro ante el Rayo. Hoy podría volver a tener su oportunidad en el trascendental partido de Leverkusen.
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