Si hace una semana había dudas razonables sobre si el Betis podría viajar a Rusia sin problemas ante el crecimiento de la tensión en la zona y la probable guerra entre este país y Ucrania, la situación ha empeorado en los útlimos días con las decisiones tomadas desde el Kremlin de ocupar Donetsk y Lugansk y las sanciones de la UE y de Estados Unidos.
Por fortuna, esta vez no hay miedo a que pueda afectar al partido. Éste se juega en España y la plantilla del Zenit está desde el pasado fin de semana concentrada en Marbella, preparando este encuentro.
Pero hay voces que están en contra de que se juegue. "Si nuestros aliados europeos realmente quieren comunicarle a Rusia que su agresión en Ucrania no será tolerada, un lugar fácil para comenzar es el mundo del deporte", publicaba ayer un medio norteamericano, cuya prensa propone, entre otras medidas sancionadoras, que echen al Zenit de la Europa League y
den el partido de mañana por ganado al Betis por 3-0.
A estas alturas, a poco más de 24 horas de que se celebre el choque y con el viaje previsto de unos 200 aficionados del Zenit a Sevilla, todo hace indicar que no ocurrirá nada y que el partido se disputará normalmente este jueves en el Benito Villamarín. Otra cosa será si el Zenit da la sorpresa y elimina al Betis. Habrá que ver dónde jugaría, si es que lo hace, la próxima eliminatoria.
La final de la Champions, en el aire
La situación va mucho más allá del conjunto de San Petersburgo y de las presiones para que echen a su principal club y líder de su Liga. Actualmente, la mayor empresa rusa, la compañía de gas
Gazprom, es el patrocinador principal de la UEFA, que es la que podría tomar esta decisión. Y por este motivo, entre otras cosas, la final de la Champions en este 2022 se va a jugar en el Gazprom Arena de San Petersburgo, el estadio donde jugó el Betis la pasada semana.
Miembros del Parlamento Europeo están pidiendo a la UEFA que retire la final de la Liga de Campeones de Rusia y ponga fin al patrocinio ruso. Lo hicieron oficialmente con una carta abierta a la UEFA y a su presidente Aleksander Ceferin publicada el pasado martes. A ello se unía publicamente, incluso, el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson.
"Actualmente
no hay planes para cambiar la sede", han filtrado a varios medios desde la UEFA, que se ve entre la espada y la pared, ya que podría perder a su 'gallina de los huevos de oro' y ver comprometidos pagos futuros.
José López4 min lectura