Es
zurdo, aunque suele actuar a pierna cambiada, acostado en la
banda derecha del ataque de un
Fluminense que alterna entre tres y cuatro defensas, pero que casi siempre mantiene arriba a tres efectivos (1-3-4-3, 1-3-4-2-1, 1-4-3-3...) con
Abel Braga, su técnico.
Luiz Henrique, producto de la cantera tricolor que acaba de cumplir 21 años, es internacional sub 20 con Brasil y ha firmado sus mejores números como
extremo diestro (seis goles y cinco asistencias en 35 encuentros), pero han podido verlo igualmente como
extremo izquierdo (11 veces),
interior (11 entre ambos perfiles), '
falso 9' (5) y
mediapunta (1). Se mueve, por tanto, por todo el frente del ataque, aunque no es un
goleador reputado.
Ha alcanzado, eso sí, los dos dígitos, redondeando su rendimiento (
10 tantos y 10 pases decisivos) en 93 duelos oficiales con los cariocas. Su estreno este año en lo que a realizaciones se refiere llegó hace muy poco, en la madrugada (en España) del pasado
jueves 10 de marzo, cuando se retiró, por cierto, lesionado cumplida la hora del partido de ida de la Tercera Ronda de la
Copa Libertadores ante
Olimpia. En ese tiempo, al de Petrópolis le dio tiempo a brindar el 1-0 a
Germán Cano y a la levantar a su equipo del empate de
Derlis González con un tanto de bandera, con varios regates y amagos dentro del área, culminando su eslálom con un zurdazo para poner el 2-1, finalmente aumentado por el autor del primer tanto con el tercero y definitivo (3-1).
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Los que más conocen y siguen el Brasileirao hablan maravillas de Luiz Henrique, que no es una 'bala', para entendernos, pero sí es un atacante
desequilibrante con otras armas, como la
zancada y el
cambio de ritmo. El perfil especializado @futbolyprogreso se sorprende de que sea "un extremo en Brasil de 1,82 que no tira de regates absurdos" y que "no es elegante en la
conducción", sino que "va directo al área sin una velocidad supersónica", aunque lo suficiente para ser "
determinante en el juego; una aguja en un pajar". Y sigue: "Es zurdo, pero, como ocurre en el fútbol moderno, se acomoda a ambos costados. A mí, personalmente, me gusta más por la izquierda, pues tiene más capacidad de maniobra y sale mejor para su pie natural. En ataque, su mejor virtud es el liderazgo ofensivo que ofrece. Y es que, pese a no ser un velocista, sí tiene una zancada muy grande. Eso, unido a su
altura y la
facilidad con la que sale de la presión rival con
recursos técnicos prácticos y no vistosos, le permite otorgar a su equipo dos variantes: la primera de ellas, posibilidad de
temporizar el juego y aguantar la llegada de compañeros en líneas más atrasadas. La segunda, tirar
desmarques y estirar al equipo. Es un jugador que
se posiciona muy bien para el disparo, pero es cierto que tiene mejor disparo de
media-larga distancia que cuando está dentro del área, donde suele bloquearse. Pero es algo que estoy seguro va a mejorar. Lo que no puede esperarse es un jugador de línea de fondo que centre. Su peor cualidad, sin duda, radica en sus centros al área. En defensa, trabaja, tira la presión, sigue a su par y es comprometido. Nada que reprochar en este aspecto. Quizás su punto más 'alarmante' es que
no aprovecha sus centímetros en los saltos, tanto en defensa como ataque. Pierde más de la mitad de los
duelos aéreos. Ha crecido muchísimo en dos años. Ha pasado a ser el principal líder en ataque de Fluminense, y su crecimiento ha coincidido con un salto en puntuación del club de Río de Janeiro. Si va a ser usado como extremo
estático, será un error. Si se le va a permitir movilidad y metros por delante, va a seguir creciendo, casi seguro. En Europa necesita un club donde sea titular y con menos presión en rendimiento inmediato que la primera línea TOP de Europa, pese a que, por su físico y técnica, creo que
se adaptará a nuestro fútbol".