Sevilla FC 2-2 D. Alavés: Rakitic endereza lo que Muñiz Ruiz torció

Sevilla FC 2-2 D. Alavés: Rakitic endereza lo que Muñiz Ruiz torció
- Antonio J. Medina
Antonio José MedinaAntonio José Medina 11 min lectura
El Sevilla pierde sus primeros minutos de la temporada en el Sánchez-Pizjuán en un partido marcado por el fuerte chaparrón que cayó desde mediada la primera mitad y que condicionó el juego en la segunda. En el que el equipo de Lopetegui se dejó sorprender en los primeros minutos, logró igualar tras una gran jugada de Montiel culminada por Ocampos, se vio de nuevo abajo antes del descanso después de que el árbitro debutante interpretara como manos un balón que golpeó en Ocampos y que transformó Joselu, y no pudo remontar en una segunda mitad en la que se jugó sobre un césped encharcado y en la que, para colmo, se lesionó otra vez Suso. Rakitic, sobre la bocina, le daba al menos un empate que, en una Liga tan igualada puede valer oro. Como ante el Salzburgo o el Wolfsburgo, el capitán volvía a aparecer.

El Sevilla cae al descanso tras una primera mitad en la que se vio sorprendido de salida en una acción a balón parado rematada por Laguardia; tardó más de media hora en responder en una jugada aislada, fruto del oportunismo de Ocampos y de la profundidad de un cada vez más importante Montiel; y se vio de nuevo abajo a los seis minutos del añadido tras una acción en la que Muñiz Ruiz interpretó como penalti un balón que golpeó en Ocampos y que transformó Joselu. Idrissi, los más destacado de los sevillistas.

La presencia de Idrissi en el once inicial, cuando apenas había contado tras el primer partido de Liga, sorprendía, aunque no tanto si se tiene en cuenta las opciones que Lopetegui tenía. El Sevilla llegaba con las bajas de Delaney y Lamela, con Suso, Papu o Acuña tocados y con el partido ante el Wolfsburgo en el horizonte.

Y precisamente Idrissi tuvo la primera opción sevillista nada más arrancar. El marroquí no supo completar una contra en la que partía con ventaja. Su falta de partidos y continuidad tal vez le pasaron factura.

Quien sí sale pleno de confianza en los arranques es Laguardia. El Atlético lo sufrió y le costó una derrota. Y el Sevilla, en una acción, similar, supo lo que significa no estar atento cuando el capitán babazorro está cerca. El central vasco entró desde atrás y remató a la red un córner sacado a la izquierda de Bono. El enfado de Lopetegui era más que evidente. Nadie había estado atento a un futbolista que ya ha avisado muchas veces de lo peligroso que es a balón parado.

El Sevilla reaccionó ante un Alavés muy ordenado y empezó a tener el monopolio del balón. Presionando muy arriba lograba recuperar rápido y tanto ocampos como un Idrissi muy activo lo intentaban, aunque con pocas opciones de llegar con peligro a la portería de Pacheco.

Rafa Mir rozó el gol (21') tras una gran jugada sevillista tras el enésimo robo al bordel del área. Esta vez fue Idrissi el que la inició, Jordán el que la prolongó, Montiel el que, tras una pared, llegó a línea de fondo y su pase lo remató de tacón el murciano, el balón pasó rozando el palo. Habría sido uno de los golazos del año.
 
El Alavés reaccionó jugando en largo a continuación y montando una contra en la que el 'bético' Rioja lanzó desde la frontal rozando el palo. Era un aviso para el Sevilla de que no podía descuidarse.

Tras este arreón, el partido se durmió por momentos. El Sevilla tenía la pelota, tocaba y tocaba sin generar nada y ambos equipos parecían anestesiados. Tal vez eso fue lo que hizo que Oliver sorprendiera y encontrara con facilidad un hueco para que el cada vez más incisivo Montiel apareciera de nuevo en carrera y pusiera un centro al corazón del área, donde Ocampos, muy solo, sólo tuvo que empujarla a la red. Montiel, una vez más, como en el derbi, demostraba su profundidad y peligrosidad en ataque; y Ocampos, que ya va cogiendo velocidad de crucero.
 
El Sevilla se desató en los últimos minutos ante un Alavés que acusaba el tanto encajado. Liderado por Rafa Mir y por los incisivos Idrissi y Montiel acumuló llegadas. La mejor, culminada por Mir con un cabezazo a la escuadra que sacó Pacheco con un paradón.

Todo hacía indicar que la primera parte acabaría así, pero una falta absurda de Koundé dio opción al Alavés para tener la última oportunidad con un libre directo al borde del área. Sacó Toni Moya, el balón golpeó en Ócampos y Muñiz Ruiz interpretó que le había dado en la mano al argentino y no en la cabeza. El penalti lo transormó Joselu, muy centrado y por debajo de un Bono que adivinó y tocó la pelota.

Lopetegui revolucionó el equipo tras el descanso con la entrada de Suso y Rakitic por Oliver y Augustinsson. Pero la protagonista real era el agua. Después de media hora de diluvio, el drenaje del campo se había desbordado y el campo presentaba un estado preocupante para un Sevilla que tenía que atacar en un campo donde el balón no rodaba.
 
En esta situación, Edgar pudo haber casi sentenciado nada más salir, pero el punta babazorro no llegó por milímetros al balón enviado por Luis Rioja. El Sevilla respondía en una jugada a balón parado que Diego Carlos remató tras superar a Laguardia y Pacheco volvía a demostrar su categoría con un nuevo paradón.

Sólo se podía llegar así por cómo se estaba poniendo el campo, a balón parado o con balones directos. El Sevilla, acostumbrado a tocar mucho la pelota en corto, se veía claramente perjudicado. El Alavés subió la presión arriba para tratar de cortar, en esta situación, alguna salida de balón sevillista.
 
Eso tenía, en su contra, que cuando los de Nervión superaban esa línea de presión y encontraban a alguno de los blancos, tenía más huecos para llegar con peligro. Aunque las veces que tuvo esa opción, el agua se encargó de frustrarla. Y si no, para eso estaba Muñiz Ruiz, que no consideró punible una mano de Pina dentro del área visitante.

El Alavés lo tenía muy claro. Aparte de presión arriba y juego directo, colgaba balones arriba desde las bandas buscando el segundo palo. En una de ellas, Edgar encontró la espalda de Acuña y su cabezazo pasó rozando el palo. Parecía más cerca el tercero del Alavés que la igualada sevillista.

Para colmo, Suso se retiraba lesionado. Pero eso pareció despertar a un Sevilla que vivió sus mejores minutos. Ocampos rozó la igualada en el 71' tras aprovechar un centro desde la izquierda y, cuatro después, fue Rafa Mir el que trató de colocar la pelota en la escuadra tras cazar un balón suelto en el área. Se le fue por muy poco.

Más clara aún fue la de Rakitic en el 83. Fue un pase en profundidad sobre Munir, que logró dejar atrás para que Rakitic, casi en el área pequeña, rematara como podía. Pacheco, omnipresente, paraba en dos tiempos.
 
El Sevilla ya iba con todo y, a diferencia del duelo ante el Lille, lo hacía con cabeza... aunque sólo un milagro o un error visitante hacían vislumbrar la igualada. Un poco de cada uno se vio en una jugada en la que Koundé ejerció de extremo distro, Rafa Mir peleó su centro y el balón acabó en los pies de Rakitic para que el capitán sevillista lograra la igualada. 

Era el minuto 92, el coliseo nervionense estallaba al tiempo que se hundía un Alavés que ya rozaba la machada. Y que aún pudo volver a Vitoria con una derrota después de que Munir cazara un centro y su remate centrado lo atrapara Pacheco en la misma línea. Se pidió gol, pero el balón no traspasó la línea. 

Ficha técnica:

Sevilla FC:
Bono, Montiel (Papu Gómez 68'), Koundé, Diego Carlos, Augustinsson (Rakitic 46'), Fernando, Jordán, Óliver Torres (Suso 46', Munir 68'), Ocampos, Idrissi (Acuña 53') y Rafa Mir.

Alavés: Pacheco, Martín, Lejeune, Laguardia, Duarte, Pere Pons (De la Fuente 86'), Toni Moya, Loum (Pina 59'), Luis Rioja (Manu García 86'), Edgar (Miazga 73') y Joselu.

Goles: 0-1 (5') Laguardia; 1-1 (38') Ocampos; 1-2 (45+6) Joselu, de penalti; 2-2 (92') Rakitic.

Árbitro: Muñiz Ruiz (gallego). Amonestó a Loum, Ocampos, Duarte, Rafa Mir, Edgar, Lejeune y Fernando. Expulsó a Pablo Sanz, segundo de Lopetegui.
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