Villarreal CF 1-1 Sevilla FC: Un punto de orgullo que no cose la Champions pero viste un poco las carencias desnudadas

Los de Lopetegui querían cerrar su billete de Champions después de que la derrota del Betis ante el Barça le dejase a sólo tres puntos del objetivo, pero deben valorar el empate en el 96' después del repaso que le dio 'Enemigo Íntimo', Unai Emery

Villarreal CF 1-1 Sevilla FC: Un punto de orgullo que no cose la Champions pero viste un poco las carencias desnudadas
- Aitor Torvisco
Aitor TorviscoAitor Torvisco 13 min lectura
'Enemigos Íntimos' es uno de los discos favoritos para los amantes de la música de Joaquín Sabina y el argentino Fito Páez, que hacían honor al título con su peculiar relación, capaz de vivir momentos de desfase juntos pero también de pelearse hasta el punto de chocar tanto durante las grabaciones de los temas y acabar tan distanciados que acabaron cancelando la gira de promoción de esa obra conjunta. No llegan a tanto Unai Emery y Julen Lopetegui, que se llevan bien -al menos que se sepa-, pero ese 'Enemigos Íntimos' le viene como anillo al dedo al empujón que el de Hondarribia le dio a su vecino de Asteasu, a quien le venció claramente en el duelo de pizarras justo cuando vuelve a vislumbrarse la sobra de Diego Martínez como posible relevo en el banquillo de Nervión. A Lopetegui le salvó el siempre innegociable espíritu indomable y la alergía a la rendición de este club y de esta plantilla, rescatando un punto que no cose del todo la Champions, pero la deja casi alicatada

Koundé empató en la última jugada, en el 96', un duelo que Lo Celso decantaba y que bien pudo acabar con goleada local. Un partido trascendental para el Sevilla FC después de que se dieran todas las condicionantes que el equipo nervionense necesitaba para poder sellar de manera matemática su billete para la próxima edición de la UEFA Champions League, una carambola a tres bandas que consistía en que la Real Sociedad no ganase el viernes en su visita al Levante UD (los donostiarras perdieron 2-1) y que el sábado el Real Betis no fuese capaz de ganarle a un FC Barcelona que se impuso por 1-2 en el Benito Villamarín y que con este empate en La Cerámica sentencia ya esa segunda plaza que da el pase a la controvertida Supercopa de Arabia Saudí.

Los pupilos de Julen Lopetegui salieron al feudo amarillo siendo conscientes de que tienen un 99 por ciento de posibilidades de lograr el reto histórico de jugar, por primera vez en toda su existencia, tres años seguidos en la máxima competición continental. Necesitaban sumar tres puntos (ahora dos o hacer lo mismo que haga el Betis el martes en Valencia), ya que, en el peor de los escenarios posibles para hoy, la derrota verdiblanca aseguraba al Sevilla FC un colchón mínimo de seis más el 'goal-average' que Koundé elevó a siete, a falta de sólo nueve por disputar

Enfrente, ni más ni menos que estaba Unai Emery, un entrenador que llenó de plata las vitrinas del Sánchez-Pizjuán y que en estos dos años en el Villarreal CF ha ganado otra Europa League y ha alcanzado las semifinales de la Champions, dos logros espectaculares que no le aseguran estar en competición europea el próximo curso, ya que el Athletic le había igualado y le arrebató momentáneamente la séptima plaza que da pasaporte para la Conference League y que ha recuperado hoy el Submarino. Mereció claramente un triunfo ante el Sevilla FC que habría dejado a los castellonenses a un punto de la Real Sociedad (sexta, con 56) y a tres del Betis (quinto con 58); pero dejó muy buenas sensaciones para este último tirón.





Ocampos desaparece de la lista del Sevilla FC


El choque comenzó con Montiel, Delaney y Tecatito como novedades en el once de Lopetegui, en detrimento de Jesús Navas, Lamela -con el Papu como extremo de partida para intentar reforzar el centro del campo y combatir la fortaleza de Emery en la zona ancha- y Lucas Ocampos, quien desapareció por sorpresa de la convocatoria y en su lugar apareció en el banquillo el canterano Iván Romero, quien no figuraba en la lista de 22 facilitada ayer.

El balón fue del Villarreal en un tramo inicial en que Koundé se tuvo que lanzar con todo a los pies de Boulaye Dia para evitar el primero y, en el córner posterior, Bono dejó una doble intervención salvadora, primero para repeler el cabezazo de Juan Foyth y luego para alejar el balón y evitar que fuese empujado a puerta vacía por cualquiera de los muchos rematadores posibles. Intentó poner la réplica En-Nesyri en una transición rápida del Sevilla, pero su disparo salió flojo y muy centrado.

Capoue, Parejo, Coquelin y Lo Celso se imponían en la medular, ahogaban al Sevilla FC con una presión fuerte liderada por Dia y Chukweze, logrando que se jugase en campo rival y obligando a los de Lopetegui -enfadadísimo en la banda- a retroceder y pertrecharse. Tampoco era buena idea, pues en el 10' Samu Chukweze recibió pegado al costado derecho y aprovechó el paso atrás que dio Acuña para soltar una rosca envenenada que dio en el larguero y botó fuera de la línea para suspiro de Bono.

El nigeriano aún tendría otra tras un regalo del Huevo, que quiso evitar un córner y no se le ocurrió otra cosa que intentar un taconazo horizontal dentro del área que dejó el balón en las botas de Samu, cuyo disparo fue atrapado en dos tiempos por Bono con Dia preparado ya para empujarla. La única alternativa de un Sevilla FC claramente sometido era buscar con balones largos los desmarques de En-Nesyri a la espalda de la zaga local -el marroquí volvió a perdonar en un mano a mano contra Rulli, anulado luego por un fuera de juego previo-, ya que las posesiones eran muy cortas y generalmente imprecisas.




Lopetegui se desactiva solo


Lopetegui estaba enfadado, pero problamente el mayor cabreo era hacia sí mismo. Lo poco potable en los últimos encuentros del Sevilla FC habían sido los minutos de un dosificado Papu Gómez -desde su última lesión muscular tenía un límite de juego que crecía progresivamente- jugando como mediapunta y él solito había desactivado esa baza. Intentó corregirlo echando al costado zurdo a Rakitic y volviendo a centrar al argentino, en busca de algo más de balón que le permitiese bajar un poco las pulsaciones elevadas por el Villarreal.

El Papu comenzó a entrar mucho más en juego y, cuando no lograba asociarse, al menos rompía líneas en conducción. Eso sí, su mayor participación fue directamente proporcional al aumento de dolor en su cuerpo, ya que se llevó tres o cuatro 'recaditos' de la defensa local en esos intentos por prender una chispa. Nada más lejos, para poder llegar con empate al descanso tuvo que volver a aparecer Bono en el 37', para hacer otro paradón a Pau Torres tras una falta lateral colgada con precisión por Parejo, y en el 40', para achicar con el cuerpo y repeler la volea de Lo Celso desde el área pequeña. Gracias al portero se llegó con 0-0 al descanso.

Con los mismos papeles arrancó la segunda mitad, en la que el Villarreal se desgañitó pidiendo penalti sobre Capoue, que cayó derribado en el área por Acuña. Gil Manzano dijo que no y el VAR confirmó que no había nada punible (las imágenes dejaban dudas). Tuvo que volver a intervenir el vídeoarbitraje en la acción siguiente, cuando un centro de Chukweze -permanente incordio para el Sevilla FC- acabó con un cabezazo de Koundé contra su propia portería. El 1-0 fue chequeado por posible fuera de juego de Dia, que salta con el galo e influye en su despeje, y acabó anulándolo.  

El 1-0 frustrado hizo moverse a Lopetegui, cuyo primer cambio no fue destinado a ganar presencia ofensiva, sino a un enésimo intento por reconquistar la medular. Gudelj entró por Rakitic, se colocó como bisagra entre '5' al lado de Jordán y y un tercer central, con Delaney alternando la izquierda y la media punta con el Papu. Del Tecatito prácticamente no había habido noticias en todo el partido y En-Nesyri apenas había entrado en juego en toda la segunda mitad. No cambió nada. El dominio local era abrumador y Estupiñán y Chukweze volvieran a poner a prueba la concentración de Bono.





Unai Emery buscó refrescar su equipo con un triple cambio de hombre por hombre (Pedraza, Trigueros y Alcácer) y Julen Lopetegui respondió con otros tres relevos. Al campo Rafa Mir y Lamela por los desdibujados En-Nesyri y Corona y relevo en el lateral derecho entre Jesús Navas y Montiel. El murciano, a seis minutos del final, tuvo una inmejorable ocasión para darle el triunfo a su equipo. Pero como sucediese con el marroquí en la primera parte, falló un mano a mano contra Rulli.

Mir se escoró hacia la izquierda y definió con la derecha buscando el palo largo, pero el chut le salió demasiado cruzado. Suele pasar en el fútbol, puede que ese gol le hubiese dado un triunfo que no merecía al Sevilla FC, pero nada más fallarlo, llegó la máxima que obliga a pagar al que perdona. El Villarreal CF, que las había tenido de todos los colores hizo por fin el 1-0 en el 86', en una volea de Lo Celso -primer gol como amarillo del exbético- tras un mal despeje de la zaga visitante en un buen centro desde la izquierda de Pedraza. Cuando ya parecía que no había nada que hacer, en un córner en el 96' en el que subió hasta Bono, Koundé se encontró con un balón suelto y dio un punto que no sirve para coser del todo la Champions, pero que dadas las circunstancias fue celebradísimo.
 

FICHA TÉCNICA.-

1- Villarreal CF:
Rulli; Foyth (Aurier 82'), Albiol, Pau Torres, Estupiñán (Pedraza 72'); Samu Chukwueze (Nicolas Jackson 82'), Capoue, Parejo, Coquelin (Trigueros 72'); Lo Celso; y Boulaye Dia (Paco Alcácer 72').

1- Sevilla FC: Bono; Montiel (Jesús Navas 75'), Koundé, Diego Carlos, Acuña; Delaney, Joan Jordán (Óliver Torres, 84'), Rakitic (Gudelj 59'); Papu Gómez, Tecatito Corona (Lamela 75') y En-Nesyri (Rafa Mir 75').

Árbitro: Gil Manzano (Comité Extremeño). Amonestó a los locales Samu Chukweze, Lo Celso y Capoue.

Gol: 1-0 (86') Lo Celso; 1-1 (90+6') Koundé.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada 35ª de LaLiga, disputado en el Estadio de La Cerámica de Vila-Real (Castellón) ante un total de 17.461 espectadores, más de mil sevillistas.

  
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