La meca del tardeo en España se encuentra en Andalucía

El calor de la tarde no es una excusa para quedarse en casa y no disfrutar del tardeo. Un concepto de fiesta y diversión tan de moda como el propio gin tonic. Pese a ello, el verano lo hace imposible en ciertas ciudades de España, como es el caso, por ejemplo, de Sevilla.

Nada que ver con El Puerto de Santa María (Cádiz), donde los cuatro Beach clubs de Puerto Sherry se han convertido en la meca del tardeo en España este verano. Un epicentro de la fiesta al que no se han resistido artistas, famosos y deportistas, como es el caso de la olímpica Carolina Marín o Alcaraz.

Una localización, el Puerto de Santa María, donde entre 7.000 y 10.000 jóvenes se afanan por disfrutar al mismo tiempo que se engalanan con sus mejores prendas, pese a la hora y las altas temperaturas. Un código de vestimenta marcado por influencers y cientos de vídeos en Instagram y TikTok. ‘Etiqueta casual’ lo llaman. O lo que es lo mismo: arreglado, a la par que intentar ir lo más fresco posible.

PhiPhi Beach, Playa Canalla, Blu y Margarita son los cuatro chiringuitos que marcan el canon de referencia del tardeo en Puerto Sherry. Un concepto, el tardeo, que alcanzó su máximo apogeo con la pandemia, ante las restricciones horarias.

Cada uno de ellos tiene su marca personal. El Blu está lleno de ‘niños’ que acaban de cumplir la mayoría de edad, complejos peinados y camisetas semidesabrochadas. Un salto de edad se da en el Playa Canalla, aquellos que están ya inmersos en el mercado laboral o están acabando el master. El premio gordo es el PhiPhi, abierto desde 2017, y al que aspiran todos los presentes junto al Margarita, aunque no siempre hay suerte. Eso sí, el bañador está prohibido en todos ellos. Es una apuesta segura para que no te dejen entrar.

Puerto Sherry se ha convertido en la meca del tardeo en España, y no es barato. Con entradas que oscilan entre los 15 y los 30 euros, mientras que las copas rondan los diez. El fenómeno, sin embargo, vive en una constante contradicción. Puerto Sherry, que nació en los años 80 en torno a un puerto deportivo para la gente que no podía aspirar al lujo de Vistahermosa, sufre aún las concecuencias del ladrillo al mismo tiempo que renace gracias a este fenómeno del tardeo. Para los vecinos de la zona, en cambio, se trata simplemente de ‘turismo de botellón’ y no acaba de gustar a todos. Un fenómeno que se expande por otras zonas de Cádiz y también de la costa de Huelva.