Frank Cuesta revela cómo estuvo "a punto de morir" mientras transmitía en directo

El naturalista sufrió el ataque de un animal en el santuario que creó en Tailandia, donde vive desde hace años

José Antonio RiveroJosé Antonio Rivero 4 min lectura

Frank Cuesta, conocido por su intrépida serie 'Frank de la Jungla', ha dado un giro a su vida al crear un santuario de animales en Tailandia, donde busca proteger y rescatar especies exóticas. Este santuario se convierte en el escenario de una experiencia aterradora mientras retransmite en directo, enfrentándose a un ataque inesperado.

Después de años explorando la fauna peligrosa en 'Frank de la Jungla', Cuesta ha decidido dedicar su vida a cuidar y rescatar animales en su santuario tailandés. Su objetivo es claro: proteger a estas criaturas de posibles amenazas humanas y ofrecerles un entorno natural donde puedan vivir en paz.

El santuario no solo es un refugio para animales, sino también un espacio educativo donde Frank comparte su amor y respeto por la vida salvaje. Su compromiso con la conservación y la protección de especies en peligro de extinción le ha valido reconocimiento y respeto en el mundo de la conservación.

El horror en tiempo real: Ataque de "Perrito"

Durante una de sus transmisiones en directo, la situación toma un giro aterrador cuando "Perrito", un ciervo del santuario, ataca violentamente a Cuesta. "Ahora mismo estoy apaleado, estoy todavía con el susto, porque es una situación que puede ser de vida o muerte", declara el naturalista, revelando la gravedad de la situación.

La transmisión en directo muestra el inesperado y brutal ataque, dejando a los espectadores en shock. Cuesta lucha por su seguridad mientras el ciervo, apodado "Perrito", demuestra la imprevisibilidad de la vida salvaje, incluso en un entorno supuestamente controlado.

Error calculado y ataque brutal

Frank explica que cometió un error al salir por una zona donde el ciervo no veía salida, lo que desencadenó el feroz ataque. "La culpa ha sido mía de pensar que él tenía salida, y me ha pegado varias cornadas, alguna más profunda que otra", confiesa Cuesta. El naturalista sufre heridas significativas, incluyendo una asta clavada en las costillas.

A pesar de su experiencia y conocimiento de la vida salvaje, este incidente sirve como recordatorio de la imprevisibilidad de la naturaleza y la importancia de respetar las señales de los animales, incluso en un entorno que él consideraba seguro.

En medio de la cruda realidad de la naturaleza, Frank Cuesta comparte una reflexión sobre la dureza y la imprevisibilidad de la vida salvaje. "La naturaleza es dura y jodida", afirma, destacando la importancia de tener precaución con animales asalvajados. Perrito, con más de 200 kg de peso y astas potencialmente letales, muestra la faceta impredecible de la vida en el santuario.

La reflexión de Cuesta va más allá de su propio encuentro, subrayando la necesidad de comprender y respetar la vida salvaje en todos los entornos. Las experiencias como estas son recordatorios de la conexión humana con la naturaleza y la responsabilidad de preservarla.

Cuesta destaca que, a pesar de los riesgos, el santuario funciona porque los animales están asalvajados, manteniendo sus instintos naturales. Esta experiencia le recuerda a todos que, incluso en un entorno controlado, la vida salvaje puede ser impredecible, recordándonos la importancia de respetar y comprender la naturaleza.

El incidente deja a Frank Cuesta con heridas físicas, pero también con una nueva perspectiva sobre la relación entre los humanos y la vida salvaje en su santuario tailandés. La aventura continua, pero ahora con un recordatorio más claro de la imprevisibilidad de la naturaleza.

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