La dura razón por la que los jóvenes están dejando de comprar videojuegos
La compra de videojuegos entre la Generación Z cae más de un 25% entre enero y abril de 2025

La industria del videojuego atraviesa una reversión silenciosa, aunque alarmante. Un informe de Cicana, citado por el Wall Street Journal, indica que entre enero y abril de 2025 las compras de videojuegos por parte de los jóvenes entre 18 y 24 años se desplomaron al rededor de un 25% interanual. Esta caída contrasta con una reducción mucho más suaves en otros rangos de edad, situando a este grupo generacional en el epicentro de una crisis que no deja de crecer. Datos preocupantes si tenemos en cuenta que, en el resto de franjas de edad, la caída fue en torno al 5%.
El paro y las deudas pasan factura
El frenazo en el consumo tiene detrás un escenario económico complicado, ya que el interés no decae pero no hay solvencia económica para mantenerlo. Los jóvenes encuentran más dificultades para acceder a un empleo estable, especialmente tras la oleada de despidos que ha afectado al sector tecnológico. A esto se suma también las tasas de morosidad de las tarjetas de crédito, que no para de crecer en estos rangos de edad. Todo esto limita bastante el presupuesto destinado a ocio.
Aunque el retroceso en el gasto juvenil se deja notar en otros productos como moda o tecnología, el impacto más fuerte se lo lleva el mercado de videojuegos. En abril de 2025, la caída interanual ya superaba el 13%, lo que confirma que no es un bache puntual. Para una industria que depende de los estrenos de gran presupuesto y de un flujo constante de ventas, esta contracción supone un reto mayúsculo.
La industria lo sabe, y por ello se ven obligados a buscar alternativas. Las suscripciones mensuales, que permiten acceder a un catálogo de juegos por una cuota fija, se están consolidando como una opción más económica frente a la compra individual de títulos. Plataformas como Xbox Game Pass, PlayStation Plus o EA Play ya han adaptado sus ofertas para captar a un público que busca maximizar el valor de cada euro gastado.
Otro formato popular es el free-to-play, con acceso gratuitos y pagos adicionales dentro del juego. Los jugadores deciden cuánto invertir y en que momento, técnica que funciona bastante bien en battle royale como Fall Guys o Fortnite. También se ha popularizado el juego en la nube, que permite acceder a experiencia de calidad sin tener equipos de última generación.
Este giro estratégico responde a un cambio profundo en los hábitos de consumo de la Generación Z. Se trata de una juventud que, atrapada entre el desempleo, las deudas y el aumento del coste de vida, gasta con más cautela y prioriza el acceso frente a la propiedad. La idea de pagar por jugar, sin necesidad de comprar, encaja con un estilo de vida más flexible y menos ligado a la acumulación de objetos físicos.