En el día de ayer saltaba una noticia en Bilbao que evidentemente cogió por sorpresa a los aficionados del Athletic Club y que no gustó nada entre la parroquia rojiblanca, la del fuerte interés del Manchester United en llevarse al director deportivo del club bilbaíno, Mikel González. La información adelantada por 'El Chiringuito de Jugones' llegó rápidamente hasta Mánchester, aunque apenas unas horas después, parece que las aguas vuelven a su cauce en Bilbao.
En el club, pese a los rumores, andan tranquilos y confían en que Mikel González desoiga los cantos de sirena de la Premier League, y así lo confirmaba Nico Rodríguez, periodista del programa dirigido por Josep Pedrerol, quien aludía a fuentes internas del propio club rojiblanco.
"He hecho una llamada y en el Athletic Club están tranquilísimos, muy tranquilos, saben que es normal que el buen trabajo levante el interés de grandes clubes pero me han dicho que están muy tranquilos, que saben que Mikel González está al 100% no, me han dicho literalmente al 1000% comprometido con el proyecto del Athletic y de que no tienen ninguna duda de que no se va a marchar del Athletic. En el Athletic no le dan nada de importancia y tienen claro que se va a quedar", expresaba el periodista de 'El Chiringuito'.
El club de Old Trafford está viviendo una de sus temporadas más aciagas en lo deportivo. Tras la destitución de Erik ten Hag, el luso Rúben Amorim ha cogido las riendas del vestuario, pero de momento no ha sido capaz de enderezar el rumbo y el United es decimotercer clasificado de la Premier League, lejísimos de los puestos europeos, donde se supone que debería estar compitiendo. Desde su llegada al banquillo del United, Rubén Amorim suma un total de 20 encuentros con un balance más que cuestionable de diez victorias, dos empates y ocho derrotas, aunque vivo en la Europa League y en la FA Cup, donde la pasada semana eliminaron al Leicester City en cuarta ronda.
Por eso mismo, los dueños del club inglés intentan dar un golpe efecto a la parcela deportiva y están buscando un sustituto de Dan Ashworth, tan sólo cinco meses después de su llegada al cargo, dejando como último servicio la destitución de Ten Hag, que costó al club inglés un total de 10,4 millones de libras, además de pagar la cláusula de Amorim, entonces entrenador del Sporting de Portugal, cifrada en 11 millones de libras.