Vuelve Julián Calero

El actual entrenador del Levante, Julián Calero, ha mostrado su respeto por el trabajo de Fernández Romo y se mantiene alerta ante un adversario "competitivo y bien estructurado, al que solo le falta conseguir una victoria".

El Cartagena afronta este domingo (18:30 horas) su trigésima jornada de liga con la misión de romper una nefasta racha: lleva tres meses sin conocer el triunfo. El equipo portuario necesita sumar de a tres para evitar quedar registrado en los anales de la Segunda División como uno de los peores conjuntos de la historia. Hasta el momento, la marca negativa pertenece al Sevilla Atlético, que solo obtuvo 19 puntos en la campaña 2008-2009. El Cartagena está cerca de superarlo, pues acumula 15 puntos, pero lo más apremiante es frenar la crisis deportiva que vive bajo el mando de Fernández Romo, con siete derrotas consecutivas.

Calero recuerda el milagro con el Cartagena

Julián Calero siempre será recordado en Cartagena por haber logrado una hazaña: en pocos meses, tomó las riendas de un equipo al borde del abismo y lo salvó del descenso con varias fechas de antelación: "Aquel Cartagena marcó un antes y un después en la categoría, quedó grabado en la memoria de la gente", señala en una entrevista con Onda Regional desde Valencia, donde actualmente lucha por llevar al Levante de regreso a Primera División.

Pese al buen momento deportivo, el club granota atraviesa un proceso de reestructuración económica: "Intento blindar a mis jugadores, generarles una protección. La mejor manera de afrontar una situación complicada es mantener viva la ilusión", explica Calero.

El técnico también ha lidiado con adversidades similares en otros clubes: "En Burgos, cuando logramos ascender a Segunda, pasamos cuatro meses sin cobrar. En Cartagena, el reto era puramente deportivo, pero conseguimos revertir la situación". Aún hoy, muchos clubes intentan replicar aquella gesta.

"El Cartagena debería tener más puntos"

Sobre el presente del Cartagena, Calero destaca que el equipo posee herramientas para competir con cualquiera: "Contra el Elche, lo demostró. Pero cuando una dinámica negativa se instala, todo se hace cuesta arriba. El equipo está bien trabajado, es combativo, pero le falta la chispa del triunfo. Sin victorias, cualquier esfuerzo parece insuficiente", declaró.

Desde la distancia, confiesa su apego por el club: "Siento que el Cartagena debería haber sumado más puntos. Quizá lo veo con afecto, como me pasa con el Burgos, pero es un equipo que llevó una parte de mi alma", manifestó.

Un ambiente enrarecido

La crisis institucional que atraviesa el club también preocupa al técnico: "Prefiero ser prudente, pero deseo lo mejor para el Cartagena. Si cae, estoy seguro de que se levantará". Sobre la desconexión entre la afición y la directiva, es tajante: "Cuando la hinchada pierde la ilusión, es un mal síntoma. La unión entre el equipo y su gente es esencial. Vi el estadio con poca afluencia y eso nunca es positivo", aclaró.

A pesar de la situación, mantiene una buena relación con la dirigencia del club: "Con Manolo hablo de vez en cuando y con el resto también quedé en buenos términos. Siempre intento salir de los lugares dejando amigos y las puertas abiertas", respondió.