Juande Pérez4 min lectura
Barbastro
Barcelona
El Barcelona se presentó en Barbastro para aterrizar en esta Copa del Rey de la que había estado exento de las dos primeras rondas por disputar la Supercopa de España. Los de Xavi, a pesar de los últimos triunfos en las últimas jornadas en LaLiga no terminan de dejar buenas sensaciones y este domingo ante el cuadro lucense han vuelto a mostrar esas dudas en algunos momentos del encuentro. El Barbastro ya sabía lo que era eliminar a un equipo de Primera División como lo hizo con el Almería y ante los culés han creído hasta el último minuto y a punto han estado de sacarles los colores a los blaugrana.
El partido empezó con un Barcelona que salió a por todas en cuanto a ritmo y en el planteamiento ya que el once titular presentaba a jugadores como Joao Félix, Koundé o Raphinha de inicio. Los blaugranas fueron desde el primer minuto a por la portería de un Barbastro que conoció de primera mano lo que es el fútbol de Primera División con un ritmo alto y corriendo detrás de la pelota sin apenas oportunidades para los locales. En el primer desajuste del Barbastro, en el minuto 18, llegó el primer tanto del encuentro tras una gran internada de Raphina por banda derecha que se la puso a Fermín para que el onubense la mandase al fondo de las mallas.
Los culés siguieron intentándolo para ampliar la ventaja pero un fuera de juego que tras la repetición se observó que era inexistente, condenó a Joao Félix a la frustración de sus quejas contra el juez de línea en el minuto 41. El Barbastro había aguantado el marcador y solo perdía por la mínima por lo que en la fría noche de Huesca se podía creer en algo más.
En el segundo tiempo el Barbastro salió con las ideas más claras y en los primeros 10 minutos generó hasta 2 ocasiones que no encontraron la fortuna del gol pero que si demostraron que podían darle algún que otro dolor de cabeza a los culés. Raphinha cortó de un plumazo las esperanzas tras un gran pase del hoy debutante Fort para en el 51 hacer el 0-2.
Un error grosero de Joao Félix acabó en un saque de esquina en el 60 que De Mesa se encargó de mandar al fondo de las mallas y poner la locura en el Municipal de Barbastro. Seguía habiendo eliminatoria hasta que una mano en el área del Barbastro se convertía en penalti que Lewandowski convertía en el minuto 88. Pero ahí no se terminó todo ya que en el 93, otra pena máxima, esta vez a favor del Barbastro sirvió para dejar el resultado en un ajustado 2-3.