Alberto Gálvez3 min lecturaLa jornada de fútbol dominical ha dejado muchos sobresaltos en los diferentes países europeos. Pero los más sonados, por ahora, han sido la nueva derrota sufrida por el PSG en su feudo ante el Lorient (1-3) y la locura vivida en el tramo final del partido Liverpool-Tottenham en Anfield.
En el Parque de los Príncipes, el conjunto parisino ha vuelto a dejar ver sus carencias por mucho que tenga el título liguero al alcance. Hoy, el Lorient le pasó por encima en un partido en el que Achraf Hakimi fue expulsado en el minuto 20. El lateral cometió una imprudencia y dejó a su equipo con uno menos cuando perdían ya 0-1 tras ver dos cartulinas amarillas. Luego Mbappé empató la contienda, pero Ngameni hizo el 1-2 al filo del descanso y Dieng puso la sentencia en el 89'.
El Lorient, el undécimo de la tabla antes del inicio de la jornada, no ganaba como visitante desde hacía cuatro meses. Sin duda, un dato que amplifica aún más el enésimo despropósito de un líder que sigue sin transmitir las sensaciones de equipo campeón que desean sus aficionados.
Y mientras tanto, en Inglaterra, Guardiola y su Manchester City dieron un pasito más en su lucha por coronarse en la Premier League y arrebatarle el título al Arsenal. Haaland ha vuelto a hacer historia con su gol ante el Fulham y ya es el debutante que más goles ha marcado. Pero sin duda alguna, el partido de la jornada en la competición británica ha sido el vivido en Anfield. Liverpool y Tottenhan han dejado un recital de goles de los que gustan al espectador (4-3).
El conjunto londinense acabó muriendo en la orilla tras una remontada histórica. Los de Klopp se pusieron con un 3-0 en los primeros quince minutos gracias a los goles de Jones, Luis Díaz y Salah, de penalti. Sin embargo, Harry Kane recortó distancias antes del descanso. Y cuando todo parecía que el marcador no se movería más, llegó el éxtasis del final. En el 78', Son hizo el 3-2 y en el 92' Richarlison firmó el empate (3-3). Y con todo Anfield con cara de 'poker', en el 95' Diogo Jota se aprovechó de un nuevo error de la zaga del Tottenham para poner el definitivo 4-3 en el luminoso.
El Liverpool y el Tottenham sabían que las de hoy eran sus últimas balas para pelear por jugar la próxima edición de la Liga de Campeones. Perder era decir adiós a la 'Champions' y, por el momento, solo los 'reds' van a poder seguir soñando con ella.