Pedro Martín3 min lecturaHa levantado ampollas el debut liguero de Erik Ten Hag como nuevo inquilino en el banquillo del Manchester United. El Brighton del entrenador revelación en la pasada campaña de la Premier League Graham Potter le pintó de rojo la cara al diablo.
Hacía tiempo que no se escuchaba pitidos y abucheos tan al unísono como en la grisácea tarde del domingo. Incluso se escuchaba en Old Trafford cánticos de los aficionados de los seagulls "os vais a Segunda División como el Crystal Palace". Un día para el olvido... O para aprender para que no vuelva a suceder.
Quiere la dirección deportiva dar vuelta a esta situación con refuerzos urgentes a la par que necesarios. A falta de creatividad en el centro del campo, el Manchester United encarrila la llegada de Adrien Rabiot. El actual jugador de la Juventus de Turín estaría encantado de probar fortuna en el mítico club inglés como apuntan desde Francia.
Tras hacer carrera en París con el PSG y en Torino con la Juventus, seduce la idea a jugador y entorno de resucitar y lavar la cara del United. Una especie de salvador en toda regla, pues es eso lo que necesita el entrenador holandés para cambiar la dinámica de un equipo con incapacidad ofensiva y sin un organizador nato.
Es esta la función que, precisamente, mejor desempeña Rabiot. Cabe recordar que fue pretendido por el Real Betis en el verano de 2019. La condición de que no tenía el conjunto verdiblanco plaza europea y la llamada de la Vecchia Signora decantaron al internacional por la escuadra italiana. Más atrás en el tiempo, en el 2015, también estuvo en la órbita del Sevilla, aunque tampoco terminó de concretarse.
Quiere asumir un nuevo reto en su carrera profesional. Salvar al Manchester United de la situación tan pobre en la que ha empezado el equipo. Le queda tiempo para reaccionar, menos de un mes para el cierre del mercado, y quiere acelerar, en primer lugar, con la incorporación de Rabiot y, luego, de un delantero.