Alberto Viñuela3 min lecturaTres jornadas, nueve puntos en juego y cinco equipos en apenas dos de diferencia dándose codazos por conseguir un billete dorado hacia la máxima categoría del fútbol español en un final de temporada apasionante: "No recordaba una Segunda tan igualada en el tramo final, con tantos equipos peleando por los mismos puestos. Veo al equipo con mentalidad, con una sonrisa en la cara y unas ganas tremendas de que llegue el sábado", indicaba el central del conjunto rojiblanco Ignasi Miquel.
El Granada, tras su empate en Mendizorroza ante el Alavés, ya no depende de sí mismo para poder dar el salto a Primera de forma directa, pero Ignasi Miquel no ha perdido la confianza: "Hay una sensación de unidad, garra y ganas de seguir peleando hasta el último momento, eso me da una tranquilidad y una confianza en el equipo tremenda. El sábado es el primer paso y tenemos que transmitir esa ambición que tenemos en el campo".
A pesar de la igualdad máxima y de tener que esperar el tropiezo de Las Palmas o Eibar, el defensa rojiblanco tiene claro que firmar un pleno en este sprint final colocaría al Granada entre los mejores el próximo año: "Somos conscientes de que tenemos que mirarnos a nosotros mismos. No tenemos que pensar en nada más, estoy más que seguro de que si hacemos nuestros deberes conseguiremos el ascenso. Tenemos que ganar el sábado, dar el primer paso y poner la presión a los demás".
Sobre el papel, el calendario que tiene por delante el Granada es asequible, pero Ignasi Miquel lanza un pequeño aviso sobre el Lugo, un club que el central conoce muy bien: "Mi recuerdo es muy bonito de Lugo, siento el descenso, son cosas que pasan, es triste, pero seguro que van a salir adelante. Mi año y medio allí fue excepcional, pero ahora hay que pensar en el presente y en lo que tenemos que dar el sábado. Es verdad que ya no se juegan nada, pero ni mucho menos van a venir a pasar el rato".
Para el zaguero catalán el plan a seguir este sábado es evidente: "Tenemos que ser nosotros mismos, salir al campo a hacerles las cosas difíciles, que se sientan incómodos desde el primer momento, estoy seguro de que las 20.000 personas que van a venir al estadio nos van a ayudar a que ellos no se sientas cómodos. El equipo que se lo juega todo somos nosotros, tenemos que generar esa sensación de agobio para ellos, que vean que no vamos a esperar ni un minuto en ir a por el partido", finalizó el guardián de la retaguardia del Granada.