Dembélé, más cerca

El delantero del Paris Saint-Germain, Ousmane Dembélé, se ha consolidado como uno de los grandes contendientes para alzarse con el Balón de Oro 2025, cuya ceremonia se celebrará el próximo 22 de septiembre en el emblemático Teatro Chatelet de París. En una entrevista concedida a L’Équipe, el futbolista francés expresó su satisfacción por estar en la lista de favoritos tras firmar la temporada más destacada de su carrera.

“Solo el hecho de ser considerado ya es un logro personal”, comentó el atacante del PSG, quien ha conquistado este año la Champions League, la Ligue 1, la Copa y la Supercopa de Francia. A falta del Mundial de Clubes, donde podría rematar una campaña de ensueño, Dembélé acumula 33 goles y 14 asistencias en 49 encuentros disputados con su club.

“El Balón de Oro es el sueño de cualquier niño”

Para Dembélé, este reconocimiento representa el mayor anhelo para cualquier jugador: “Es el trofeo individual más grande al que se puede aspirar”, declaró. Pese a su estilo de juego arriesgado y creativo, asegura que siempre ha buscado agradar al público y ser útil a sus compañeros: “Me encanta driblar, pero también pienso en el colectivo. Si te gusta mi fútbol, perfecto; si no, no pasa nada”.

El internacional francés también rememoró con emoción la victoria en la final de la Champions en Múnich: “Ver a Marquinhos y Kimpembe llorar fue muy emotivo. La conexión con nuestros aficionados al final del partido fue inolvidable”.

Luis Enrique y una transformación clave

El técnico asturiano Luis Enrique ha tenido un papel fundamental en la transformación del futbolista. “Me ha ayudado a mantener la calma en los grandes momentos”, dijo Dembélé. El entrenador insiste en controlar las emociones: “No hay que estar al 200%, sino al 100%”, explica el jugador, quien también valoró el enfoque colectivo del exseleccionador español.

Además, el atacante confesó haber cambiado sus rutinas personales: “Ahora soy mucho más profesional, cuido mis hábitos, incluso en mis días libres trabajo con los fisios. Antes era diferente, jugaba a la consola y veía televisión. Todo eso cambia con el tiempo”. Esta disciplina renovada le ha permitido mantenerse más sano y reducir sus lesiones.

Dembélé también atribuye parte de su evolución a su nuevo rol más centrado en el campo: “Actuar como ‘9’ me permite llegar con más frescura al área. Desde la banda, tenías que dejar atrás a demasiados rivales antes de definir”.

Para terminar, rememoró una anécdota emotiva antes de la final contra el Inter: “Donnarumma nos entregó una carta a todos los jugadores y técnicos con palabras de motivación. Fue impresionante. Nos dio aún más ganas de ganar”.