La falsa hipoteca de España con Luis de la Fuente

Muchas han sido las informaciones que han salido sobre la relación entre el técnico y el jugador del Real Madrid desde que este último anunciara que jugará con Marruecos. Y la culpa de todo ello la tiene el seleccionador

Alberto GálvezAlberto Gálvez
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La falsa hipoteca de España con Luis de la Fuente
Luis de la Fuente, durante uno de los partidos con la selección española. - Cordon Press

A Luis de la Fuente Castillo, a sus 62 años, le falta madurez. O tal vez, sinceridad. O ambas. Al menos eso ha demostrado esta semana. Después de toda una vida dedicada al fútbol, primero como jugador y ahora como entrenador, sigue sin aprobar estas asignaturas. Se salvó de la quema en el 'caso Rubiales' de milagro, pero ahora con el asunto de Brahim se ha descubierto él solo.

Desde que el madridista anunciara que jugará con Marruecos y no con España ante la falta de noticias o de llamadas del preparador riojano, muchas han sido las noticias que se han divulgado como motivo principal de dicha decisión. Y el principal culpable de ello es el propio Luis, por no decir la verdad.

Porque se ha liado, se le ha visto más nervioso que nunca argumentando dicha pérdida y él mismo sabe el jugadorazo que ha perdido. Y se va a salvar de más críticas porque lo próximo que viene es la Eurocopa y no el Mundial, donde ya Marruecos eliminó a España en Qatar.

Por un lado dijo que él, como seleccionador, no llamaba a nadie ni hablaba con ningún jugador, que él sólo convocaba; y luego en otro medio distinto le acusó públicamente al jugador y a su entorno de haberle chantajeado o presionado para que lo citara. O se habla o no se habla. Aclárase.

Cuando tan sólo tiene que preparar un partido cada tres meses, creo que no le costaría nada prepararse un discurso coherente y verdadero sobre sus decisiones. Porque sólo así nadie te juzgaría.

Dijo ayer que él había sido quien más le había llamado en categorías inferiores. Y si ahora no lo hace sólo tiene una explicación: no encaja en su modelo de juego. Pues dilo, sencillamente, con estas palabras: "No es un jugador de tanto toque y fútbol combinativo como a mí me gusta y es un futbolista más vertical e individual que ahora mismo creo que no nos conviene". O también podría decir esto otro: "Después de tenerlo en todas las categorías inferiores si no lo he vuelto a llamar es porque no quiero trabajar con él".

Son sólo ejemplos con los que habría quedado como un señor. Y ya ha perdido muchas oportunidades para quedar como tal, con jugadores leyendas como Sergio Ramos. Pero ha preferido siempre ser un 'bienqueda' y jugar al ratón y el gato. Pues en el 'Caso Brahim' le hemos pillado, lo siento. Parece que no sabe cómo funciona el show después de tantos años en el mismo circo.

A partir de ahora, sus listas serán más juzgadas que nunca y sus errores serán vociferados aún más fuerte. Porque al igual que al periodista se le ataca cuando no dice la verdad, a ustedes los profesionales también. Y aquí ha vuelto a torear como buen amante taurino que es usted. Sólo espero que salga quien salga como presidente de la RFEF no le renueve hasta que no se lo gane en Alemania. Porque esta decisión que ha tomado puede repercutir en el fútbol español y no estamos en una buena época como para firmar una falsa hipoteca.

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