Alvaro Arenillas3 min lecturaEl Villarreal CF sigue en la pelea por entrar en Champions League tras vencer 1-2 al Girona FC y quedarse a solo dos puntos de la Real Sociedad (aún debe jugar ante el FC Barcelona), pero no fue nada sencillo. Tras un encuentro igualado los de Quique Setién se impusieron en el minuto 94 gracias a un gol de Gerard Moreno. Así lo vio el entrenador cántabro.
"No me lo esperaba. Fue un partido de muchas alternativas y muchas transiciones y muy ajustado. Encontramos la victoria con esa acción de Jackson al final, que metió un balón extraordinario a Gerard", comenta.
Setién añadió que el equipo groguet sufrió sobre el césped de Montilivi, pero que pudo "hacer daño" aprovechando la velocidad con espacios de Nicolas Jackson, Yeremy Pino o Samu Chukwueze.
Sobre el rival, el entrenador opinó que el Girona es un equipo que "da gusto ver jugar" y que le encanta "por cómo juega, por la movilidad que tiene, por el tipo de futbolistas y por el entrenador Míchel Sánchez, que es un fenómeno", sentencia.
Por su parte el técnico del Girona, Míchel Sánchez, aseguró tras perder este sábado contra el Villarreal en Montilivi (1-2) que "la derrota duele porque el equipo ha hecho un trabajo excepcional en presión, en defensa de espacios y en no dejar jugar al rival"; eso sí, de igual modo de muestra muy satisfecho por el trabajo que realizaron sus pupilos.
"El equipo compitió muy bien pese a las ausencias que teníamos y fuimos capaces de llegar a situaciones para hacer daño, pero nos faltó definir y a la vez evitar que el Villarreal saliese en transición, ya que eso hizo que el choque se convirtiese en un continuo ida y vuelta", analiza antes de entrar a valorar el buen rendimiento de los suyos tras el paso por vestuarios. "El equipo lo hizo perfecto en la segunda parte. Solo faltó acierto, último pase, finalizar".
También admitió que sus futbolistas estaban "fastidiados", pero recalcó que su sensación es que el vestuario no se va a dejar llevar porque quiere "llegar lo más arriba posible, hacer historia". Y, en este sentido, recalca: "La temporada es muy buena, pero los jugadores quieren más. Y esa exigencia es buena. La buena noticia es que dentro de tres días hay otro partido", subraya en alusión al encuentro del martes en el campo del Celta de Vigo.