Toni Bou pone otra estrella a su leyenda

Ganar un mundial es el sueño que tiene cualquier deportista que practica una disciplina, pues es algo sumamente difícil y para lo que se necesita una combinación de talento, esfuerzo y suerte que es muy complicada de encontrar. Ya repetir el éxito es algo al alcance de muy pocos, pero hacerlo 38 veces es de ser alguien muy superior y tener un hueco en la historia del deporte, del suyo y en general. Y en ese olimpo está Toni Bou después de levantar su 38º entorchado mundial este fin de semana.

El piloto español se proclamó por trigésima octava vez campeón de mundo de trial el sábado en Geddington, Reino Unido, cerrando la temporada con una nueva victoria en tierras británicas este domingo, mientras que su compañero Gabriel Marcelli terminó tercero. El piloto de HRC Repsol, de 38 años, se ha impuesto esta temporada en 10 pruebas y ha sumado 12 podios. En Geddington logró su trigésimo octavo título mundial, el decimonoveno al aire libre, y puso el broche de oro con el primer puesto en esta jornada.

Bou, una leyenda del deporte español, no escondió su felicidad por este hito: "Hemos tenido un fin de semana perfecto. Ayer conseguimos el título y hoy hemos ganado las dos carreras además de la Power Section, por lo que no hay mejor manera de terminar la temporada, lo hemos logrado todo y creo que no se podría pedir más". En la general, otro español como Jaime Busto, del Gas Gas, quedó en segunda posición, mientras que Marcelli completó el podio. "Se ha notado la regularidad y todo el trabajo bien hecho de la temporada. Ha sido un año muy bueno donde las lesiones me han respetado y he podido ser regular y competitivo de inicio a fin".

Una leyenda a la altura de los más grandes

A Bou le ha perjudicado el haber dominado con tanta solvencia un deporte muy minoritario como el trial, pero la realidad es que pos su nivel es alguien que debe estar en la mesa de los más grandes del deporte patrio. A la altura de los Fernando Alonso, Marc Márquez y compañía. Además, a sus 38 años puede seguir ampliando su palmarés en busca de rematar una carrera que parece no tener fin, pues no aparece nadie que tenga las armas ni el talento para destronarlo, al menos a corto plazo, tanto que su mayor rival parece el tiempo.