HÍPICA DOMA

Matute: "Por supuesto que quisiera ser recordado como el jinete del derrame"

Matute: "Por supuesto que quisiera ser recordado como el jinete del derrame"
Matute: "Por supuesto que quisiera ser recordado como el jinete del derrame"
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 7 min lectura

Madrid, 19 nov (EFE).- "Por supuesto que quisiera ser recordado también como el jinete del derrame".

Pese a una trayectoria deportiva prometedora, en la que contribuyó con solo 20 años -la mitad que la mayoría de sus rivales- a sellar la plaza olímpica para España en la competición de doma, a Juan Matute no le molesta en absoluto haber ganado popularidad y presencia mediática por un desgraciado incidente: el derrame cerebral que sufrió el pasado mes de mayo, que le tuvo al borde de la muerte.

Seis meses después, ya de vuelta a la competición y "sin ninguna secuela", el desenlace es para él un motivo de orgullo.

"Yo sí que quisiera ser recordado como un deportista de élite, como un jinete olímpico. Pero por supuesto que quisiera ser recordado también como el jinete del derrame. Pero no por el derrame en sí, sino por lo que ha conllevado para mí y para mi familia: ese nivel de superación, de optimismo, de evolución. Sí, sí quisiera ser recordado como un jinete, pero también como un superviviente", comentó Juan Matute a Efe tras una sesión de entrenamiento en el club hípico Sun Point 26, en Moraleja de Enmedio (Madrid).

El pasado 5 de mayo, el primer día que volvía a los entrenamientos en ese mismo club tras semanas de confinamiento, Matute se sintió mal. Tuvo tiempo de bajarse del caballo antes de perder el conocimiento. Fue trasladado en helicóptero a La Paz, donde recibió los primeros tratamientos antes de quedar ingresado en la UCI del hospital Jiménez Díaz.

"Estuve hasta el 3 de julio en el hospital. He vuelto a nacer. Lo que me parece increíble a día de hoy es que esté tan bien, que no me haya quedado hemipléjico y que no tenga ninguna secuela. Solo puedo dar las gracias todos los días", aseguró el deportista, hijo y pupilo del tres veces olímpico, también en doma, Juan Matute Azpitarte.

"Estoy a tope. Seis meses después de lo ocurrido ya estoy montando mis cinco o seis caballos diarios y haciendo todos mis ejercicios", aseguró el jinete de 22 años, que cifró su grado de recuperación en un "98 o 99 %". Una sesión de rehabilitación dos veces por semana -perdió la movilidad en la mitad del cuerpo- es lo único que ahora le recuerda físicamente lo que pasó.

"Tenía dudas. Al mes de estar en casa les preguntaba a mis padres si me habría olvidado de algo, de hacer los cambios de pie, de las pruebas... Pero debuté en octubre en el campeonato de España y no se me ha olvidado nada", expresó con alegría.

"Fue muy emocionante, tenía al público volcado conmigo. A pesar de que el primer día no me fue demasiado bien, el segundo hice un 70 %, quedé entre los cinco primeros. Ya hemos recuperado el ritmo", aseguró.

Matute mantiene intacta, y renovada, su apuesta por competir en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, ahora Tokio 2021. El equipo español tiene plaza, pero aún tienen que definirse los tres jinetes que serán seleccionados.

"Dependiendo de la clasificación de enero a mayo, de los concursos que hagamos, a los Juegos irán los mejores tres". Él mantiene la esperanza "sin lugar a dudas".

Beatriz Ferrer-Salat es la actual campeona de España. En el ránking mundial los dos primeros españoles son Claudio Castilla, en el puesto 37, y Juan Matute, en el 75.

"Sería un orgullo para mí ser olímpico como mi padre. Al fin y al cabo, ir a los Juegos representa todo ese esfuerzo, esos meses y años de dedicación. Y sobre todo años de esperanza. Sería un orgullo enorme", insistió.

La doma española tuvo un papel destacado en los Juegos de Río 2016, con Severo Jurado en la quinta plaza y Beatriz Ferrer-Salat en la décima. Matute no se plantea todavía superar esos resultados: "Hoy por hoy, tal y como están las cosas, solo estar en los Juegos Olímpicos, solo optar, es un éxito. De ahí a estar en la final es otra canción. Pero todo es confiar en hacer un buen resultado".

Definió su estilo como "una mezcla entre la equitación alemana y la española".

"Le doy este tipo de arte, ese espíritu que le ponemos los españoles a lo que hacemos, pero, eso sí, con las definiciones clásicas de la equitación alemana", indicó.

El caballo con el que apunta a los Juegos es 'Quántico', "un caballo muy difícil, que se calienta muchísimo en pista".

"Conforme han pasado los años se ha ido relajando, ha ido madurando en pista y me escucha más, está más atento y eso me permite darle instrucciones", consideró.

Como binomio, siempre cabe un mínimo margen de mejora, dijo.

"Ya hemos llegado al Gran Premio, hemos llegado ya a nuestras óptimas condiciones. En diciembre hicimos un 80 % en la Copa del Mundo, una media espectacular que pocos jinetes españoles han conseguido. Pero ahora hay que optar a repetirla", señaló.

Aunque la competición está "absolutamente parada" debido a la pandemia, sus planes pasan por viajar en diciembre a Estados Unidos para hacer en enero el circuito de Wellington (Florida) e ir adaptándose al calendario según lo permitan las circunstancias.

Mientras, y más en la actual crisis sanitaria global, Juan Matute quiere servir "de referente" para todos los que sufren un problema de salud.

"De todo se sale. Absolutamente de todo. Con esperanza y con fe se sale incluso de las pruebas más duras de la vida. Quisiera ser un referente para la gente que tenga dudas por distintos motivos, en su propia salud o la de algún familiar. Quiero ser un representante, un embajador", afirmó el jinete.

Su padre y entrenador, atento a cada uno de sus movimientos en la pista, recuerda cada minuto del largo proceso de recuperación de su hijo y se queda con un detalle: "No le escuché nunca ni una queja".

Natalia Arriaga

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