Messi valora su Balón de Oro, admite su odio a perder y habla sobre Maradona, Cristiano...

El jugador del Paris Saint-Germain Lionel Messi aseguró que no está preocupado por si es considerado "el mejor del mundo" después de recibir esta semana el séptimo 'Balón de Oro' de su carrera, además de rechazar cualquier comparación con el fallecido Diego Armando Maradona.
"No me importa si soy el mejor del mundo o no. Ser considerado entre los más grandes de la historia ya es más que suficiente", indicó Messi en declaraciones a 'France Football'. "Nunca dije que soy el mejor de la historia ni intento hacerme esa idea", añadió el argentino, que "jamás hubiera imaginado" ganar siete Balones de Oro.
En este sentido, Messi dijo algo habitual en su forma de ser. "Es algo que no me interesa, no cambia nada ser considerado el mejor o no. Y nunca busqué serlo", añadió el flamante futbolista del PSG, que nunca olvida sus orígenes antes de triunfar en el mundo del fútbol. "Yo vengo de una familia obrera, crecí con estos valores".
Preguntado por la eterna comparación con Maradona, el exculé fue rotundo. "No. Sinceramente nunca me he comparado con Diego, absolutamente nunca. Nunca presté atención a esas comparaciones", manifestó Messi, que reconoció que "algunas críticas" le "molestaron" en tiempos pasados. "Pasé malos momentos en la selección, realmente, pero no por estas razones".
"Me llegan a menudo cosas que me enfadan de las críticas, pero se quedan en el vestuario. Deben quedarse ahí, en lo privado. Es la intimidad lo que hace la fuerza del grupo, además del hecho que podamos cabrearnos y decirnos a la cara las cosas que pueden mejorar. Esto puede pasarme a mí o a otros jugadores", agregó el '10'.
Precisamente Messi, que luce el dorsal 30 en el PSG, explicó los motivos de haber cambiado el número. "Neymar me lo ofreció. Fue un gesto extraordinario por querer darme ese número aunque era suyo y me pareció justo que se lo quedara. Me quedé con el 30, que también me gusta", finalizó.
Sobre la posición que ocupa en el campo y que le ha hecho dar más asistencias que marcar goles desde que llegó al PSG también fue claro: "Intento moverme siempre para encontrar los espacios en función de cada partido. Incluso si empiezo en la derecha, suelo moverme hacia dentro. Últimamente desciendo a la base para intentar generar jugadas, de generar la superioridad numérica para que el equipo controle la posesión. Me siento bien así e intento disfrutar en el terreno de juego", afirma.
Y admitió que ya no se enfada tanto cuando pierde: "Ahora es diferente. Desde que tengo a mis hijos, cuando llego a casa me ayuda mucho poner las cosas en perspectiva. Es cierto que antes de ellos, cuando estaba solo con Antonella, pasaba mucho tiempo encerrado sin querer hablar con nadie ni salir por culpa de la derrota. Cuando era joven, crecí odiando perder. Siempre quería ganar en todo. Quiero ganar todos los partidos".
Lo que sí tiene claro es que la competencia con Cristino les hizo mejores a ambos. "Siempre quise superarme a mi mismo y no mirar lo que otros hacían. Con Cristiano mantuvimos la competencia durante un mismo campeonato durante años. Ha sido maravilloso y nos ha servido para crecer en nuestras carreras. Pero sin mirarnos el uno al otro. Solo quería superarme a mí mismo para ser el mejor y no mejor que el otro", afirmaba.
"No me importa si soy el mejor del mundo o no. Ser considerado entre los más grandes de la historia ya es más que suficiente", indicó Messi en declaraciones a 'France Football'. "Nunca dije que soy el mejor de la historia ni intento hacerme esa idea", añadió el argentino, que "jamás hubiera imaginado" ganar siete Balones de Oro.
En este sentido, Messi dijo algo habitual en su forma de ser. "Es algo que no me interesa, no cambia nada ser considerado el mejor o no. Y nunca busqué serlo", añadió el flamante futbolista del PSG, que nunca olvida sus orígenes antes de triunfar en el mundo del fútbol. "Yo vengo de una familia obrera, crecí con estos valores".
Preguntado por la eterna comparación con Maradona, el exculé fue rotundo. "No. Sinceramente nunca me he comparado con Diego, absolutamente nunca. Nunca presté atención a esas comparaciones", manifestó Messi, que reconoció que "algunas críticas" le "molestaron" en tiempos pasados. "Pasé malos momentos en la selección, realmente, pero no por estas razones".
"Me llegan a menudo cosas que me enfadan de las críticas, pero se quedan en el vestuario. Deben quedarse ahí, en lo privado. Es la intimidad lo que hace la fuerza del grupo, además del hecho que podamos cabrearnos y decirnos a la cara las cosas que pueden mejorar. Esto puede pasarme a mí o a otros jugadores", agregó el '10'.
Precisamente Messi, que luce el dorsal 30 en el PSG, explicó los motivos de haber cambiado el número. "Neymar me lo ofreció. Fue un gesto extraordinario por querer darme ese número aunque era suyo y me pareció justo que se lo quedara. Me quedé con el 30, que también me gusta", finalizó.
Sobre la posición que ocupa en el campo y que le ha hecho dar más asistencias que marcar goles desde que llegó al PSG también fue claro: "Intento moverme siempre para encontrar los espacios en función de cada partido. Incluso si empiezo en la derecha, suelo moverme hacia dentro. Últimamente desciendo a la base para intentar generar jugadas, de generar la superioridad numérica para que el equipo controle la posesión. Me siento bien así e intento disfrutar en el terreno de juego", afirma.
Y admitió que ya no se enfada tanto cuando pierde: "Ahora es diferente. Desde que tengo a mis hijos, cuando llego a casa me ayuda mucho poner las cosas en perspectiva. Es cierto que antes de ellos, cuando estaba solo con Antonella, pasaba mucho tiempo encerrado sin querer hablar con nadie ni salir por culpa de la derrota. Cuando era joven, crecí odiando perder. Siempre quería ganar en todo. Quiero ganar todos los partidos".
Lo que sí tiene claro es que la competencia con Cristino les hizo mejores a ambos. "Siempre quise superarme a mi mismo y no mirar lo que otros hacían. Con Cristiano mantuvimos la competencia durante un mismo campeonato durante años. Ha sido maravilloso y nos ha servido para crecer en nuestras carreras. Pero sin mirarnos el uno al otro. Solo quería superarme a mí mismo para ser el mejor y no mejor que el otro", afirmaba.