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El extremo ocupó la banda derecha del ataque de un Real Madrid que busca dueño en la que es la posición que más trae de cabeza a Zizou. El nuevo incendio en torno a la figura del galés Gareth Bale tras su primera lesión de la temporada abrió las puertas de la titularidad a un Rodrygo que no la está desaprovechando.
El futuro del futbolista de Cardiff en el club blanco vuelve a estar en entredicho tras rozar su marcha al fútbol chino, con su consiguiente gran sueldo, el pasado verano. Cayó lesionado con su selección el pasado 14 de octubre y viajó a Londres en busca de segundas opiniones tras consultarlo con el club, pero sin decírselo a su técnico.
Una circunstancia que ha vuelto a enturbiar su futuro a pesar de haber protagonizado un correcto inicio de temporada, con dos goles y dos asistencias en siete partidos, y de haber sido ovacionado hasta en dos ocasiones al ser sustituido en el Santiago Bernabéu por el mismo público que la pasada campaña le silbaba. Pero no hay año tranquilo para Bale en el Real Madrid.
La lesión grave de rodilla de Marco Asensio durante la pretemporada le abrió las puertas de la banda derecha al galés y las molestias de este han hecho lo propio con Rodrygo. Además del bajo rendimiento de su compatriota Vinicius Junior, al que parece que se le ha acabado el aura que le rodeaba la pasada temporada, sobre todo con sus acciones y toma de decisiones erróneas en los últimos tres cuartos de campo.
Todo lo contrario que Rodrygo. El joven futbolista de 18 años no tiene el regate de ?Vini?, pero su juego se basa en la potencia que acompaña con su olfato de cara a portería. A pesar de jugar escorado a banda derecha tiene, desde que creció como futbolista en el Santos, ese alma de ?9?.
Ya lo demostró anotando su primer tanto oficial con el Real Madrid nada más saltar al terreno de juego contra Osasuna y este miércoles hizo lo propio frente al Leganés en el minuto 7 de partido. Se destapa como ?abrelatas?. También firmó una de las jugadas del encuentro, encarando a Jonathan Silva y dejándole atrás con un recorte en carrera antes de servir el balón con un pase atrás al uruguayo Fede Valverde, que no acertó a introducirlo en la portería.
Pero además de su olfato de cara a portería, a Zidane le cautiva su implicación defensiva. En su debut en la Liga de Campeones siendo titular contra el Galtasaray no marcó, pero acabó tieso y sin una carrera más que dar en un encuentro que, por su importancia, pedía exactamente eso.
Contra el Leganés sí completó, por primera vez, los 90 minutos tras descansar el fin de semana, como el resto de sus compañeros tras el aplazamiento del Clásico frente al Barcelona -que se jugará el 18 de diciembre- aunque con la peculiaridad de que él podía hacerlo con el Castilla.
Pero Rodrygo ha adelantado por la derecha a Bale y Vinicius, con la estrella y desparpajo propios de un chico de 18 años en su primera temporada en el Real Madrid, y Zidane por fin parece haber encontrado el dueño de dicha banda.