Las lecturas de Díaz Vega
Era de esperar. El derbi sigue dando mucho que hablar y, una semana después del disputadísimo 3-3 en el Benito Villamarín, en el Real de la Feria y en las calles de Sevilla se sigue debatiendo sobre las ‘peinetas’ de Mel y de Nosa, sobre sus respectivas explicaciones y sobre la identificación y multa del autor de los insultos racistas al nigeriano; además de la enésima expulsión de Gary Medel y, por supuesto, acerca de Carlos del Cerro Grande.
El compañero Isaac Fouto, de la Cadena Cope, ha adelantado que el director técnico del Comité Técnico de Árbitros, Manuel Díaz Vega, tuvo que consultar con la FIFA la validez o no del 0-2, obra de Rakitic con Negredo en fuera de juego. Uno puede entender que el colegiado madrileño tenga dificultades para decidir, en décimas de segundo y sin repetición, el grado de participación del vallecano y cuánto influye en el error de Chica.
No obstante, que el máximo organismo del arbitraje nacional tenga que consultarlo es digno de sainete. Más que nada, porque así evidencia que, además de tener un nivel ínfimo que les lleva a errar gravemente en casi todos los partidos, los árbitros españoles ni siquiera han leído el reglamento FIFA (disponible en Internet para cualquiera), que explica con nitidez cómo se debe proceder y que demuestra que el gol era válido.
Y es legal porque el delantero se da cuenta de su posición y corre de espaldas al balón y porque el defensor del Betis tiene el tiempo suficiente como para mandar la pelota a Pekín. La iniciativa de Díaz Vega sólo viene a insinuar que el acierto (quizás el único en todo el partido) de Del Cerro Grande fue casual y a evidenciar que, visto lo visto, lo de la ayuda de la tecnología en el fútbol español, más que una opción, es una imperiosa necesidad.
El compañero Isaac Fouto, de la Cadena Cope, ha adelantado que el director técnico del Comité Técnico de Árbitros, Manuel Díaz Vega, tuvo que consultar con la FIFA la validez o no del 0-2, obra de Rakitic con Negredo en fuera de juego. Uno puede entender que el colegiado madrileño tenga dificultades para decidir, en décimas de segundo y sin repetición, el grado de participación del vallecano y cuánto influye en el error de Chica.
No obstante, que el máximo organismo del arbitraje nacional tenga que consultarlo es digno de sainete. Más que nada, porque así evidencia que, además de tener un nivel ínfimo que les lleva a errar gravemente en casi todos los partidos, los árbitros españoles ni siquiera han leído el reglamento FIFA (disponible en Internet para cualquiera), que explica con nitidez cómo se debe proceder y que demuestra que el gol era válido.
Y es legal porque el delantero se da cuenta de su posición y corre de espaldas al balón y porque el defensor del Betis tiene el tiempo suficiente como para mandar la pelota a Pekín. La iniciativa de Díaz Vega sólo viene a insinuar que el acierto (quizás el único en todo el partido) de Del Cerro Grande fue casual y a evidenciar que, visto lo visto, lo de la ayuda de la tecnología en el fútbol español, más que una opción, es una imperiosa necesidad.