La vida de Juan Cala en China

Mi primera concentración fuera de casa: tres días de viaje

Mi primera concentración fuera de casa: tres días de viaje
- Juan Cala
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 5 min lectura
Buenas a todos. Aquí estoy de nuevo para contaros una experiencia más de mi periplo por tierras chinas. Esta semana voy a hablar de mi primer partido fuera de casa, que fue en Guangzhou frente al equipo dirigido por Fabio Cannavaro, uno de los aspirantes a ser campeón de Liga. Dejando a un lado la parte deportiva y el resultado, quiero hablaros de lo que conllevó ese viaje, nuevo para mí, a Guangzhou.

Mi primera sorpresa del viaje es que en China la costumbre en los partidos lejos de casa es viajar dos días antes del partido. Imaginaros el contraste con la liga española, donde hoy en día, en LaLiga, la mayoría de los equipos viaja el mismo día del partido, desde que en su momento lo pusiera de moda el Barça de Guardiola. Pues aquí no. Viajamos dos días antes y mi pregunta fue: ¿Viajamos con tiempo, no?

Otras de las costumbres en este tipo de partidos es que el día antes del partido oficial hay que entrenar en el estadio en el que vas a disputar el encuentro. La verdad es que es una cosa buena para mí, ya que soy nuevo en esta liga y me viene muy bien conocer el campo, sus dimensiones, o incluso poder entrenar el día antes para ver el estado del césped y así saber qué me depara en ese estadio al día siguiente. Una cosa muy pero que muy buena para el futbolista.

Una de las mayores sorpresas que me llevé en este viaje fue a la hora de las comidas programadas por el equipo. Cuando me desplazo hacia el sitio en el que estaba programada la comida, observo cómo es el bufé del hotel. Aquí, la expedición come en el bufé junto al resto de huéspedes del hotel. Cosa extraña y que nunca vi, pero que habla muy bien respecto al espacio que tiene al jugador en China. En todos los equipos que he estado, la expedición tiene un salón al margen en el hotel, que es privado para todos los jugadores y donde ponen la comida especial para la disputa del partido, elegida previamente por el endocrino o nutricionista del club en cuestión. Aquí no. Aquí tú estás rodeado de aficionados, de otras personas a las que no le importa el fútbol y que están en el hotel. Puedes coger lo que quieras del bufé (por supuesto, cada uno sabe lo que puede y lo que no puede comer, aunque la tentación de verlo siempre esta ahí y si lo quitan, pues mejor). Imaginaros por un momento cómo se vive el fútbol en Sevilla y como somos los sevillanos. Que los jugadores del Sevilla o del Betis estén en el bufé publico del hotel comiendo junto al resto de aficionados sevillistas y béticos... A Jesús Navas o a Joaquín, por ejemplo, no les dejarían ni comer... jeje.

Otra de las anécdotas que dejó este viaje es que puedo asegurar que el aficionado al fútbol chino siente devoción por LaLiga española. A la llegada al aeropuerto de Guangzhou me esperaban un grupo de aficionados para fotografiarse y que les firmara unas fotos. Tenían fotos mías que ni yo mismo había visto con la camiseta del Getafe, el Sevilla o el Granada. Todo el tiempo, tanto aficionados como jugadores de mi mismo equipo no paran de preguntarme cómo es la liga española, cuál es el mejor campo que hay en España, la mejor afición o cómo es enfrentarse a Messi... En mi equipo, por ejemplo, el capitán ve todos los partidos de la liga española, sea la hora que sea, me sorprende esa devoción para levantarse a las cuatro o cinco de la mañana para ver un partido de LaLiga.

En definitiva, los viajes de visitante duran tres días, ya que viajas dos días antes del partido y vuelves un día después. Es una cultura y forma de viajar diferente a la que tenemos en Europa; ni mejor ni peor, diferente. Hay que adaptarse cuanto antes y disfrutar de cada experiencia.
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