El Sevillla busca en su memoria

Estaba clarísimo que, por mucho que la crisis de resultados sacase a la luz facetas del juego que no tiene trabajadas, este Sevilla sabe jugar muchísimo mejor de lo que venía haciéndolo. No era difícil, además. Ayer, Sampaoli y los suyos meditaron, buscaron en su memoria, reactivaron conexiones nerviosas y recordaron una fase de la temporada en la que su fútbol era mucho más vertical, independientemente del dibujo. De inicio, el argentino apostó por un flexible 1-4-1-4-1, que derivaba por momentos en un 1-4-3-3, gracias a la profundidad de Sarabia y Correa (mucho más útil en banda), y que en defensa replegaba en una especie de 1-4-2-3-1. La diferencia venía por la posición de un N´Zonzi que delegó en Kranevitter y se dedicó a hacer de Nasri, estando más cerca del Franco Vázquez (que volvía un mes después) que del ´stopper´ argentino. Lo demostró con una gran asistencia a Jovetic (por fin titular) a los 55 segundos que supuso el 1-0.

El Sevilla llevaba meses amasando una posesión estéril, lenta y muy horizontal que hacía previsibles sus intenciones. Su plan para volver a ser eléctricos fue proponerle al Deportivo un intercambio de golpes que, si bien le convenía, no le evitó sufrir.

Kakuta castigó a Mariano y hubo desaplicaciones de Pareja, de Mercado y de un Kranevitter que no supo frenar al rival en pleno ida y vuelta, pero que mejoró con el paso de los minutos, sobre todo cuando entró Iborra en lugar de un N´Zonzi que había perdido frescura con el paso de los minutos. Entre los dos recuperaron un centro del campo que había ganado el Depor en los primeros compases del segundo tiempo. Peligró el triunfo, por las dudas atrás y por las ocasiones que perdonaron Iborra y Ben Yedder. Tras aplacar el ritmo, Sampaoli cambió al ´Mudo´ por Lenglet y acabó con un 1-3-4-3 con el que logró cerrar el duelo.