El Sevilla ha hecho
oficial este viernes el fichaje de Guilherme Arana, tras firmar José Castro este mediodía los documentos que vinculan al lateral izquierdo con el club nervionense
hasta 2022.
ESTADIO ha sido el primer medio español que ha conseguido hablar con el futbolista, quien ha declarado que está
"muy feliz por firmar con uno de los de España", y ahora está en disposición de desvelar
cuál es el coste real de una operación que cifraban en Brasil en 11 millones de euros y en la que llevaba trabajando meses Óscar Arias.
Realmente, desde el pasado verano, el director deportivo nervionense no ha dejado nunca de hablar con el futbolista, con quien
alcanzó un acuerdo ya durante la anterior ventana de transferencias, cuando
el Corinthians pidió 18 kilos a Castro por su traspaso, una cantidad que escondía un nítido mensaje:
el 'Timao' no quería venderlo todavía, pues se estaba jugando la posibilidad de ganar el Brasileirao, algo que finalmente ha conseguido.
La compra del 80 por ciento del pase de Arana asciende realmente a
nueve millones de euros, más uno por objetivos, tal y como puede desvelar
ED. Es decir,
casi la mitad de lo que le exigían en verano.
Se quedará y saldrá un extracomunitarioA partir de enero, pues, el Sevilla contará con tres laterales izquierdos, algo que deberán gestionar los técnicos, dado que en la secretaría técnica, donde están convencidos de que han fichado una perla, ven necesario que Arana se una cuanto antes al equipo y participe en la segunda parte de la temporada para
acelerar su adaptación al entorno y el fútbol español.
Al menos hasta ahora,
no se ha tomado ninguna decisión drástica con Lionel Carole, quien ha estado entrando en las listas a cuentagotas. No en vano, Marcucci le ha dejado fuera de la convocatoria para recibir este sábado al Deportivo.
Sí que tendrá que salir en enero, sin embargo, uno de los extracomunitarios. Esto es,
Muriel, Ganso o Montoya, y, como ya se conoce, el argentino es el que cuenta con todas las papeletas. De momento, eso sí,
no tiene destino, pese a que desde su país llaman insistentemente a su puerta.