La goleada encajada el pasado sábado en
Ipurua, la enésima de la temporada, ha escocido mucho en el sevillismo. Pero sin tiempo para digerirla, el conjunto nervionense tiene mañana una nueva cita con la historia. Y qué "mejor aliado para alcanzar la gloria de una nueva final, que sería la decimoséptima en este siglo, contando
Supercopas de Europa y de
España, que la magia del
Ramón Sánchez-Pizjuán.
Con la ventaja del 1-1 de la ida obtenido hace una semana en
Butarque, los pupilos de
Montella afrontan un partido decisivo ante el Leganés con la vitola de favoritos y el aval de la 'Bombonera', pues de las doce semifinales que los blanquirrojos han disputado en el siglo
XXI, en la mitad de ellas, seis, jugaron la vuelta en casa, obteniendo el pase en cuatro ocasiones.
Así sucedió en la
Copa del Rey de la 06/07, con un 2-0 sobre el
Deportivo de La Coruña, materializado con goles de
Duda y
Chevantón, que no dejó lugar a la sorpresa tras el contundente 0-3 firmando con anterioridad en Riazor. Más igualadas, como en este caso, se presentaban sin embargo las tres semifinales de la
Europa League que los sevillistas consiguieron decantar de su parte con el apoyo incondicional de su afición como factor extra.
Inolvidable, por supuesto, es la que el golazo de
Antonio Puerta resolvió en 2006 en la prórroga ante el Schalke 04, tras el 0-0 de la ida.
Nervión llevó en voladas ese día a los suyos a la primera final europea de su historia, viviendo una fiesta que se repetiría al año siguiente, en 2007, ante
Osasuna. En aquella ocasión, además, hubo que remontar el 1-0 sufrido en Pamplona con dos tantos de
Luis Fabiano y
Renato que desataron el éxtasis blanquirrojo.
Más reciente en el tiempo, en el camino hacia su tercer título consecutivo ante el
Shakhtar Donetsk, el
Sevilla de
Emery se presentó en 2016 ante su gente también con la leve ventaja de un empate con goles en tierras ucranianas (2-2), haciéndolo bueno con el 3-1 que certificaron un doblete de
Gameiro y un gol de
Mariano.
Pero no todos son ejemplos felices, pues hubo otras dos ocasiones en las que la magia del
Sánchez-Pizjuán no fue suficiente para sellar el pase a una final. Fue, en ambos casos, en la
Copa del Rey, ante
Real Madrid y
Atlético, en 2004 y 2011, respectivamente. Ante los merengues, eso sí, sólo faltó un paso, después de que un gol de
Antonio López en el minuto uno encendiera a una
'Bombonera' que vio caer a los suyos merced a ese insuficiente 1-0 final, tras el 2-0 de la ida. No faltó, además, su ración de polémica con la expulsión de
Zidane y la entrada de
Valdano en el vestuario del árbitro en el descanso, que 'desembocó' en la roja a
Javi Navarro.
Menos cerca estuvo el billete a la final en 2011, con un 2-2 ante un Atlético que se puso con dos goles de ventaja y ya había ganado 2-1 en el
Calderón, acabando el Sevilla con nueve por las expulsiones de
Kondogbia y
Gary Medel. Sea como fuere, ante el
Leganés,
Montella y los suyos están obligados a recuperar su fortaleza en Nervión, donde el sevillismo no vio perder a su equipo en todo 2017, mientras que ahora acumula en
Liga tres partidos sin ganar y aún no se ha estrenado en 2018.
Hoy, fin de la promociónPero el sevillismo es consciente de que está ante otra noche histórica y, a buen seguro, hoy rugirá con toda su fuerza, como hizo ante el
Atlético en la anterior ronda, con un ambiente de gala que el club busca repetir con la misma promoción. Así, los socios tienen la posibilidad de adquirir una entrada para acompañante desde 15 euros, para lo que cuentan hasta hoy a las 21:00 horas. Nervión calienta motores.