Bayern 0-0 Sevilla FC: Adiós al sueño con la cabeza muy alta

Bayern 0-0 Sevilla FC: Adiós al sueño con la cabeza muy alta
- Fernando Mateos
Fernando MateosFernando Mateos 7 min lectura
No hubo milagro ni gesta. Era muy complicado. Pero el sevillismo debe sentirse orgulloso. Porque su equipo salió de Múnich con la cabeza muy alta. Peleó, nunca se rindió y tuteó a un grandísimo equipo, gozando incluso de ocasiones soñar con fundamentos. También las tuvo el Bayern, lógico, pero más que suponer un mazazo, el papel nervionense en esta Champions debe reafirmar la fe en un equipo con evidentes carencias pero también con virtudes.

Con el once previsible, con Soria en la meta y Ben Yedder desbancando a Muriel arriba, el Sevilla saltó al imponente Allianz Arena como anunció su entrenador, con cabeza para jugar con los tiempos e ir cogiendo confianza con los minutos.

Se anunciaba un descomunal arreón del Bayern en el arranque. Y en cierto modo así fue. Porque en siete minutos, Mercado ya había visto una amarilla para evitar que Lewandowski se marchase solo, Robben se sacaba un zurdazo cerca del palo derecho y de nuevo el delantero polaco cabeceaba en el área y obligaba a Soria a mandar el balón a córner.

Pero el conjunto nervionense, bien plantado, con las líneas juntas y con personalidad, no se dejó amedrentar. Muy al contrario, se hizo rápido con el balón y lo utilizó para defenderse, soltándose también en ataque para comenzar a asustar a los bávaros, que no acababan de sentirse cómodos ante el dominio del esférico protagonizado por Banega y Nzonzi.

Así, avisaba Sarabia en el 11´ con un disparo alto con su izquierda que no pudo encauzar, tras un gran pase de Banega, antes de que al cuarto de hora todos los sevillistas pidiesen penalti por manos de Boateng, que repelió el balón con la mano despegada de su cuerpo
La polémica, sin embargo, no detuvo al Sevilla, que ocupaba con inteligencia los espacios para defender y tocaba para protagonizar largas combinaciones, como la que acabó en el 17´ con el centro de Navas y el extraño remate con una rodilla de Correa, que terminó haciendo falta a Ulreich.

Sin prisas, los de Montella se sentían a gusto y hacían daño por fuera, enlazando otra larga jugada en la que Correa filtró un buen pase al área y Escudero sólo pudo rematar forzado fuera en el 26'.

El fútbol sevillista alimentaba la esperanza. Así, daba la sensación de que el sueño no era imposible. Porque el Bayern, además, no encontraba vías de penetración y no había vuelto a asomarse a los dominios de Soria, aunque cuando miró el reloj y vio que la primera parte se le iba, metió una marcha más y fue metiendo al Sevilla en su campo más por fuerza que por juego. Así llegó el disparo de Hummels que rozó la escuadra, el chut duro pero centrado de Ribéry que Soria repelió o el balón providencial que Navas mandó a córner en el segundo palo cuando el veterano extremo francés se disponía a marcar.

Pero incluso en esos momentos de sufrimiento, ya en la prolongación, también la tuvo el Sevilla, pero Rafinha fue más rápido que Sarabia en boca de gol tras el robo del ´Mudo´ y el buen pase de Ben Yedder.

Restaban 45 minutos por delante y los de Montella seguían vivos. Y tras la reanudación, aunque el Bayern elevó la intensidad y el ritmo de su transiciones, gozando Lewandowski muy pronto de una inmejorable ocasión en un cabezazo que se marchó fuera, a punto estuvieron los nervionenses de dejar helado el Allianz Arena, pero el remate de cabeza de Correa se fue al larguero en el 60'. Ya antes, Rafinha había evitado de nuevo el disparo franco de Ben Yedder y, a renglón seguido, Banega lo intentaba con un chut lejano.

El sevillismo soñaba y el técnico italiano refrescaba el ataque con Muriel y Sandro. Pero por algo no hay ningún equipo que haya ganado esta campaña en Múnich. Sólo faltaba el acierto al buen partido coral blanquirrojo, como muchos otros días. Y aunque lo intentó y se mantuvo en pie hasta el final, el Sevilla vio volar los minutos ante un Bayern que tiró de oficio y se apoyó en Thiago para controlar la situación hasta el final. Ya sería anecdótica la roja a Correa en una tangana final, entre los cánticos de los 3.000 valientes sevillistas que por momentos callaron el coliseo bávaro, exhibiendo el orgullo de ver a su equipo competir al máximo en unos cuartos de final de la Liga de Campeones ante todo un pentacampeón de Europa. Ahora hay que cambiar el chip y pensar en LaLiga. Y competir igual.

- Ficha técnica:

0 - Bayern de Múnich: Ulreich; Kimmich, Boateng, Hummels, Rafinha (Sule, m.86); Javi Martínez, James Rodríguez; Robben, Müller, Ribery; Lewandowski (Wagner, m.77).

0 - Sevilla: David Soria; Jesús Navas, Mercado, Lenglet, Escudero; Nzonzi, Éver Banega; Sarabia, Franco Vázquez (Nolito, m.80), Correa; Ben Yedder (Muriel, m.65).

Árbitro: William Collum (Escocia). Expulsó con roja directa al sevillista Correa (m.92), por una dura entrada sobre Javi Martínez. Además, amonestó al local Wagner (m.93) y a los visitantes Mercado (m.2), Nzonzi (m.10) y Banega (m.81).

Incidencias: Partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en el estadio Allianz Arena de Múnich, que registró un lleno absoluto con 75.000 espectadores, entre ellos unos 3.000 aficionados sevillistas. Césped en perfecto estado.
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