Batalla de altos vuelos en Nervión. En juego, la segunda plaza del campeonato liguero y la posibilidad de seguir metiendo presión al líder. Un goloso premio por el que pelean dos equipos en racha que fundamentan su privilegiada posición en diferentes virtudes. De un lado, la pólvora blanquirroja, y de otro, la solidez perica.
Con un punto menos que su rival,
el Sevilla necesita recuperar la dinamita que le ha convertido en el segundo equipo más goleador del torneo con 22 dianas. Por ello, hoy más que nunca se mira al estado físico de
André Silva y Wissam Ben Yedder. Y es que enfrente estará la mejor defensa de la competición, con sólo ocho tantos encajados, los mismos que el
Atlético de Madrid en un partido más.
La incógnita se mantendrá hasta última hora. De momento, tanto el luso como el francés están en una amplia lista de 22 futbolistas. Pero existe más cautela que optimismo y parece poco probable que ambos fuercen. Si no lo hacen, urge que de la 'cara B' brote la mejor sintonía, hasta ahora estridente por la discreta aportación de
Promes y Muriel, por más que ambos participasen decisivamente en el sufrido triunfo europeo.
Con el holandés y el colombiano en punta, por las lesiones de la indiscutible delantera titular, el cuadro nervionense ha resuelto una triple salida con más sombras que luces: un mal partido en
Copa ante el Villanovense, otro mucho más serio pero falto de mordiente en
Anoeta y un extraño duelo con dos caras en Akhisar, donde lo más preocupante fue, sin embargo, la endeblez defensiva. Por ello, hoy volverán al once
Jesús Navas y Arana en los carriles, mientras que el eje se verá reforzado con la entrada de
Carriço y Mercado, ya recuperado de su último percance, toda vez que
Kjaer es el único lesionado ya descartado.
La relevancia de la cita, y la diferencia existente con la segunda unidad,
'obliga' a Machín a tirar de todo su arsenal, por lo que
Sarabia también volverá a partir de salida en lugar de
Nolito para componer junto a Banega y el 'Mudo' esta tripleta de 'jugones' capaz de desarmar a cualquiera. No en vano, desde que el técnico soriano optó por darle una vuelta de tuerca a su estilo y desprotegerse en el centro para hacer estallar toda su pólvora,
el Sevilla sólo ha sufrido una derrota en los siete últimos partidos. Una racha que los periquitos llevan más allá, pues sólo
el Madrid ha sido capaz de cortarles las alas en las últimas ocho jornadas, con cinco victorias y dos empates.
Rubi también ha dado con la tecla y tiene un once base muy claro. Sólo la baja de
Hernán Pérez lo modifica, optando
Baptistao a su puesto en banda derecha. Por lo demás, la solidez atrás es cosa de
Hermoso y David López, mientras que el gol pertenece a Borja Iglesias, quien estuvo en la agenda de
Caparrós.
Un duro test, sin duda, para probar la fiabilidad de
un Sevilla que quiere hacerse fuerte en Nervión, la caldera perfecta para encender la mecha.