Un
Sevilla que finalizaba sin fortuna sus
ocasiones no desistió ante un buen
Espanyol más eficaz que dejó escapar su ventaja.
Partido importantísimo el que supo remontar el Sevilla en el
Sánchez-Pizjuán, ante el calor de su afición, para mantener el pulso en la
zona alta de la clasificación y colocarse
segundo en la tabla, empatado a puntos con
Atlético de Madrid y
Alavés, a un punto del
Barcelona, líder. Y es que los de
Pablo Machín echaron en falta el
acierto habitual, el cual buscaron hasta el epílogo del encuentro, cuando lo acabaron encontrando. Con
Promes como pareja de
André Silva de inicio, los de Nervión finalizaban con más claridad que su rival, un Espanyol que controlaba más la pelota pero que se aproximaba con menos asiduidad a la portería defendida por
Vaclik.
Sacando faltas el
´Mudo´ Vázquez, los blanquirrojos basaban su fútbol
a la contra, requiriendo muy
pocos toques para plantarse en el arco de un acertado
Diego López. En el segundo tiempo, ya con
0-1 en el luminoso gracias a la eficacia de
Borja Iglesias, el técnico sevillista quiso darle a su equipo
más pegada, introduciendo a
Ben Yedder por Promes, junto a André Silva, quien se encargó de fijar a los centrales mientras que el internacional galo aportaba algo más de
movilidad al fútbol blanquirrojo. Y le costó al ex del Toulouse, que lo acabó hallando con un tanto que significó la
remontada sevillista, después de haber estrellado anteriormente otro balón en la madera y de que el argentino
Mercado, en un despiste defensivo de los blanquiazules, hubiera firmado el empate en un córner, cuando el Espanyol (dando el 0-1 por bueno) ya había renunciado a la pelota, lo que dificultaba el fútbol sevillista, que supo rehacerse a raíz del empate.