El joven central austriaco Max Wöber llegó en la tarde de ayer a la capital hispalense con la intención de certificar su vinculación con el Sevilla hoy mismo, una vez que supere el pertinente reconocimiento médico y rubrique su firma en un contrato que lo vinculará con los de Nervión por varias temporadas. Una operación que, a falta de oficialidad, costará al Sevilla diez millones y medio, existiendo otro medio millón de euros en bonus por objetivos. Una apuesta de futuro con la que Joaquín Caparrós refuerza la defensa sevillista a largo plazo con un futbolista de 20 años, procedente del Ajax de Ámsterdam.
Nacido en Viena (Austria), llegó a las filas del Ajax después de militar en el Rapid de Viena. Su 1,89 le permiten ser un seguro de vida en el juego aéreo, así como ser un defensor contundente en el cuerpo a cuerpo. A su corpulencia ha sumado un exquisito toque de balón que le ha permitido adaptarse a la perfección a la filosofía de juego del conjunto holandés. Buena salida de balón, precisión en el pase para romper líneas y desparpajo para subir el balón en conducción son varias de sus señas de identidad.
Rápido al corte, destaca también en la presión, impidiendo en muchas ocasiones que los rivales puedan darse la vuelta. Es muy seguro a la hora de ir al suelo en las entradas. A sus 20 años, está jugando su segunda temporada en el Ajax, en la que acumula un total de 16 partidos disputados repartidos en tres competiciones (Eredivisie, Copa KNVB y Champions League).