El sol que alumbraba la ilusión nervionense tras el 1-3 en
San Mamés ha cedido ante las nubes procedentes del Santiago Bernabéu por la pobre imagen ofrecida ante el
Real Madrid después de apagarse en el segundo asalto ante el
Athletic, confirmación de la impotencia del equipo más allá del
Sánchez-Pizjuán. Las dudas que Machín disipó en su momento con una revolución que impulsó al
Sevilla a la cima han reaparecido y se ciernen sobre un proyecto que ha sufrido un menoscabo de credibilidad por los resultados en las últimas salidas y, sobre todo, por las sensaciones.
Esta situación exige una reacción inmediata, con el matiz de que el calendario y un sorteo copero adverso le han deparado la vía más compleja posible, pero a la vez la que más se aproxima a una catarsis si logra consumarla. Nadie quería al
Barça en cuartos y le ha tocado a los blanquirrojos en su peor momento de la temporada, inmersos en una racha de tres partidos sin ganar ni marcar, lo que no le ocurría desde hace 17 años.
Dato muy negativo al que ayer se sumó un capítulo más del calvario de lesiones que asolan a la plantilla hispalense, pues tanto el recién llegado
Munir como
Gnagnon sufren problemas musculares y causarán baja, reduciendo los recursos de
Machín para introducir alternativas en el once. Así, la ausencia del hispano-marroquí fuerza al soriano a exprimir más si cabe a su delantera titular, mientras que la de
Gnagnon asegura la titularidad a
Mercado pero impide una mayor dosificación. Por ende, no se esperan demasiadas modificaciones en la alineación con respecto al sábado, sólo retoques puntuales.
Una de las principales incógnitas se presenta en la portería, pues la exigencia del choque podría alterar el plan de Machín de entregar la Copa a
Soriano en favor de
Vaclik, aunque no se descarta en absoluto su continuidad después de mejorar en la vuelta ante el Athletic. En la media entrará
Roque Mesa por
Sarabia o
'Mudo' y cabe la posibilidad de que la refuerce también con
Amadou, mientras que en la izquierda es viable que
Promes ocupe el lugar de
Escudero, teóricamente titular.
En el
Barça todo gira alrededor de
Messi, el gran verdugo del
Sevilla con sus 32 goles en 35 encuentros, por lo que la convocatoria de
Valverde dio una inesperada alegría a los nervionenses, al dejar fuera al argentino, que ya había descansado ante el
Leganés, y a
Busquets. El lugar del '10', sin
Dembélé, lo podría ocupar
Malcom o el recién llegado
Boateng, presentado ayer y citado. Razón de más para salir a por todas de la mano de un
Ramón Sánchez-Pizjuán dispuesto a catapultar a su equipo hacia la puerta grande.