Machín se atasca con los cambios

Pocas conclusiones positivas podrá sacar Pablo Machín del choque ante el Celta, quizá el más flojo de su etapa al frente del Sevilla. El técnico no quiso poner excusas tras el choque, aunque de su palabras se desprendía que las lesiones que afectan al equipo han mermado su potencial y, sobre todo, la posibilidad de hacer cambios que refresquen el once. De hecho, lo más parecido a un delantero que tenía ayer Machín en el banquillo era Bryan Gil.

Se le critica, además, al preparador soriano tardanza en los cambios y poca capacidad para cambiar los partidos desde el banquillo, sobre todo cuando juega a domicilio. De hecho, en las últimas tres salidas el resultado fue a peor después de las sustituciones llevadas a cabo por Machín.

Ayer, sin ir más lejos, Machín introdujo a Amadou por Franco Vázquez cuatro minutos antes de que el Celta anotara el gol de la victoria. Ese fue el segundo cambio del Sevilla después del obligado por lesión de Roque Mesa por Arana. Ya con 1-0 en el marcador, el elegido para intentar lograr el empate fue Escudero, que entró por Sarabia, quien había ocupado el carril zurdo.

En la anterior salida, al Santiago Bernabéu, los cambios del Sevilla también fueron la antesala de los goles del Real Madrid. Con 0-0 en el marcador y el conjunto blanco dominando, Machín cambió a los dos delanteros, André Silva y Ben Yedder, para dar entrada a Promes y Munir. Las sustituciones se produjeron en el minuto 71 y 74 y el gol de Casemiro llegó en el 80'. Bryan Gil entró por Escudero en el 86', antes de que Modric hiciera el 2-0 definitivo.

En San Mamés la historia fue parecida. Williams había adelantado al Athletic en el primer acto y, pese a la mala imagen que estaba dejando el Sevilla, los cambios se retrasaron hasta el minuto 70, cuando Promes sustituyó a Escudero. Munir ingresó por Roque en el 79' y en el 84' de nuevo Williams puso la sentencia. La entrada de Bryan por Kjaer en el 87 no varió nada.

Hay que remontarse a la jornada 17 para ver a un Sevilla mejor tras los cambios. Entonces se enfrentó al Leganés. No fue un partido bueno de los de Machín, que perdían por 1-0 cuando el técnico comenzó a mover el banquillo. Promes entró por el lesionado Navas tras el descanso, aunque sería el ingreso de Gnagnon y, sobre todo, Nolito, los que cambiarían el signo del choque. Al final, Ben Yedder rescató un punto sobre la bocina.

No era la primera vez en la que le funcionaban los cambios a Machín, pues frente al Alavés también salvó un punto tras realizar los cambios -Sarabia, uno de los que entró dio la asistencia del 1-1-, mientras que ante el Espanyol en casa por poner otro ejemplo, el Sevilla fue capaz de remontar un 0-1 para ganar por 2-1 tras los cambios realizados en la segunda mitad. Dos ejemplos que demuestran que el Machín sí es capaz de cambiar cosas desde el banquillo.