Monchi aseguró que en el viaje a
Tanzania avanzaría en el futuro del banquillo y casi de inmediato el club anunció el punto final de la etapa de
Caparrós al frente de los mandos como indispensable primer paso para iniciar la profunda remodelación que el isleño tiene en la mente. Una reconstrucción que comienza en la elección del entrenador que liderará el primer proyecto del de San Fernando tras su regreso al
Ramón Sánchez-Pizjuán.
Durante estos días se ha especulado mucho sobre los aspirantes a tomar el relevo de
Caparrós, pero lo cierto es que
Monchi lleva las negociaciones con suma discreción y sólo se han producido filtraciones a cuentagotas. No obstante, es conocido que el director general deportivo ha acelerado las gestiones para poder anunciar cuanto antes al flamante preparador, entre otras cosas para consensuar con él una planificación que ya tiene esbozada a la espera de conocer, lógicamente, en profundidad los planes del inquilino del banquillo. En este sentido, en
Nervión se espera que ésta que entra sea la semana del entrenador, con la comunicación oficial del míster seleccionado.
Aunque las conversaciones se llevan con mucho secretismo, se conoce que
Monchi trabaja en varios nombres que han tomado ventaja en el cásting, sin descartar, no obstante, que haya un tapado. Entre ellos se encuentra el de
Rudi García, que ha puesto fin a su etapa en el
Marsella y que, tras concluir el pasado fin de semana la
Ligue 1, ya piensa únicamente en el siguiente paso en su carrera.
En su entorno no esconden que la vía del
Sevilla resulta sugerente para él, por el hecho de poder estrenarse en
LaLiga con uno de los equipos más importantes y porque lo acercaría a la tierra de sus abuelos, la localidad almeriense de
Garrucha, donde suele escaparse para descansar. A
Monchi le gusta el entrenador francés y a él dirigir en el
Ramón Sánchez-Pizjuán, por lo que no resultaría demasiado complicado llegar a un acuerdo en el caso de sentarse, si bien existen otras alternativas que también integran la lista de preferencias de gaditano.
Y es que, por ejemplo, el isleño entiende que
José Bordalás encaja a la perfección en su idea de construir un proyecto que consiga muchos puntos. El alicantino se ha revelado como un entrenador muy práctico, capaz de sacar lo máximo de sus recursos y de exprimir por completo los partidos. Esta vía exigiría el pago al
Getafe de los cuatro millones de euros de su cláusula de liberación en el
Coliseum, lo que no sería un obstáculo insalvable siempre y cuando Monchi esté decidido a confiarle el equipo al preparador que
ha llevado a Europa a los azulones.
Bordalás, por su parte, se ha dejado querer, al declarar que está abierto a otro paso al frente en su carrera en el caso de que un club destacado llame a su puerta.
Otro que aparece subrayado en la agenda del director general deportivo es
Javi Gracia, posibilidad que parecía imposible por su contrato en el
Watford inglés, pero que, como ya avanzó este periódico, no lo sería tanto, ya que el entrenador no cierra la puerta en absoluto a las oportunidades que le lleguen, entre las que entraría una interesante propuesta procedente de
Nervión. También sonó con fuerza el nombre de
Di Francesco, pues desde su círculo se apuntaba su proximidad al
Sevilla, mas
Monchi se encargó recientemente de apartarlo de la carrera afirmando que el que fuera su técnico en la
Roma no iba a tomar las riendas del
Sevilla.
Han salido a la palestra más nombres, como el de
Julen Lopetegui, apuntado por Marca, y que no ha sido bien recibido por el sevillismo, o el de
Laurent Blanc, ya vinculado a Nervión en otras ocasiones pero que no se sienta en un banquillo desde que fue destituido en el
PSG en junio de 2016. Estos tres años sin entrenar, en cambio, no le han restado demasiado prestigio al que fuera seleccionador de Francia.
El hermetismo con el que
Monchi está gestionando la elección del técnico deja las puertas abiertas a que finalmente se desmarque con un preparador que haya tenido poco o nada de protagonismo en las informaciones hasta ahora. Sea como fuera, la incógnita debería desvelarse en los próximos días.